Las R’s del perdón
"Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y ha sido cubierto su pecado", Salmo 32:1.
Cuando una persona es perdonada de su(s) pecado(s), Dios realiza una obra sobrenatural y maravillosa en su interior.
Son varias las acciones que Dios realiza en la persona que es perdonada por Él. Todas ellas inician con ‘R’, por ello el título de esta enseñanza. Veamos ahora qué ocurre cuando una persona es perdonada por Dios:
1. Remisión. El término remisión significa “enviar”.
Esto quiere decir, en palabras simples, que Dios envía lejos nuestros pecados. “Tan lejos como está el oriente del occidente así hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.”, Salmos 103:12. Dios quita de nosotros esa carga de culpa y en su lugar viene la limpieza del alma. Cuando Dios nos declara perdonados olvida nuestros pecados: “Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados”, Jeremías 31:34(b). No es que Dios tiene una pérdida de memoria, porque Él es omnisciente. Él lo sabe todo. No es que Dios olvide, literalmente, nuestros pecados; pero Dios ya no los cuenta, ni los menciona, contra nosotros.
2. Reconciliación. Sin Cristo, una persona es enemiga de Dios (Romanos 5:10).
La condición previa para la reconciliación es una relación rota, un alejamiento. Mucha gente no cree que realmente está separada de Dios. La gente no cree que sea enemiga de Dios, pero quien ha pecado es enemigo de Dios. Y la única forma de reconciliarse con Dios es acudir al mediador, que es Cristo (Romanos 5:1).
Dios está listo para reconciliarse con el hombre, sin importar lo que haya hecho.
3. Rescate/Redención. El perdón de Dios nos rescata del dominio de Satanás (Efesios 1:7; Mateo 20:28).
Implica pagar un precio para conseguir el rescate. El precio de ese rescate ya fue pagado por nuestro salvador Jesucristo. Fue un costo altísimo ya que le costó la vida. Su muerte en rescate por nuestra vida.
4. Restitución/Reparación. Implica compensar todo lo que se pueda arreglar.
Es decir, se trata de reparar el daño causado. En el caso del perdón de Dios, no podemos restituir lo que eso le causó a Su Hijo: la muerte (Salmos 116:12-14). Sin embargo, una forma de demostrar nuestro agradecimiento es entregarle nuestra vida y ponerla a su servicio.
5. Restauración. Es devolver a la persona a su estado original.
El hombre, originalmente, fue creado a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26). Esa condición fue dañada por causa del pecado y la desobediencia del hombre. Pues bien, gracias al perdón de Dios, la imagen de Dios es restaurada en la persona que es perdonada. Por ello, la Palabra de Dios dice que Dios hace al hombre, perdonado, una nueva criatura. Un nuevo ser donde, por medio de Su Espíritu Santo, le restaura a Su imagen y a Su semejanza.
Recuerda que, para una persona que está en Cristo, ya no hay más condenación en su contra. Es libre de la muerte. Ya no está bajo el dominio del maligno. Ahora vive y lo hará para siempre.
Por supuesto que el Enemigo tratará de engañar, con toda su maldad, a la persona perdonada por Dios. Con sus trampas perversas intentará convencerle de que Dios no le ha perdonado y que debe hacer “obras” para alcanzar la misericordia y el favor del perdón divino. Aquí es importantísima la labor del Espíritu Santo para convencernos de que hemos sido perdonados y, por lo tanto, adoptados como hijos de Dios. Como dice Romanos 8:16: “El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.”.
Todos los días de nuestras vidas necesitamos el perdón de Dios. El Espíritu Santo nos hace reconocer el pecado, y Él nos convence para que vayamos a Dios para limpiarnos continuamente del pecado y mantenernos rectos delante con Él. Una vez perdonados, el Espíritu ahora nos convence de que somos perdonados.
¡Bendiciones!
Comments