RADIOTEATRO: LA HABITACIÓN 1408. 2aPARTE.

Y radio arte presenta la habitación mil cuatrocientos ocho original de stephen king con juan miguel díez y eduardo soler con la intervención del cuadro de voces de radio arte narrador luis grau dirección juan josé moscoso es una producción de radio arte para luz es en la oscuridad segunda parte y última olin insistió en acompañar a enslin en ascensor hasta el piso catorce y ensslin no protestó en el ascensor enslin no pudo por menos de observar la pulcra hilera triple de botones todo parecía estar en su sitio sin fisuras pero si uno se fijaba bien se daba cuenta de que faltaba algo el botón del piso doce iba seguido del botón del piso catorce olin tenía razón se hacía en todo el mundo hay algo que me inspira curiosidad señor olin por qué no se limitó a inventar un residente ficticio para la habitación mil cuatrocientos ocho si tanto le asusta ya puestos por qué no lo declara como su propia residencia supongo que me daba miedo que me acusarán de fraude si no he conseguido disuadirle de entrar en la mil cuatrocientos ocho no creo que hubiera logrado convencer al consejo de administración del hasta en corporation de que retire de la circulación una habitación estupenda porque creía que algo maligno impulsaba a algunos viajantes a saltar por la ventana y acabar hechos hamburguesa en la calle sesenta y uno sobre la puerta el número doce iluminado se apagó para dar paso al catorce el ascensor se detuvo y la puerta se abrió un pasillo de hotel corriente con moqueta roja y dorada y apliques que imitaban los quinqués del siglo diecinueve ya hemos llegado a su planta disculpe que me quede aquí la mil cuatrocientos ocho está a su izquierda al final del pasillo al menos que sea estrictamente necesario nunca pasó de aquí por supuesto la habitación tiene teléfono puede intentar usarlo si tiene problemas aunque no creo que funcione si la habitación no quiere no lo sr enslin por favor no entre en esa habitación por el amor la puerta del ascensor se cerró sin darle tiempo a terminar la frase ensslin permaneció inmóvil un instante en el perfecto silencio de hotel neoyorquino en lo que nadie reconocía como el piso trece del delfín y contempló la posibilidad de pulsar el botón de llamada del ascensor pero si lo hacía olinda habría ganado así que echó a andar por el pasillo hacia el mil cuatrocientos ocho con la maletita oscilando a su lado sus problemas con la mil cuatrocientos ocho empezaron aun antes de entrar en ella la puerta estaba torcida se agachó consciente de que la sensación de estómago revuelto desaparecía en cuanto dejó de mirar la puerta torcida abrió la cremallera de la bolsa de viaje y sacó la mini grabadora al erguirse pulsó el botón de la grabación la puerta de la habitación mil cuatrocientos ocho nos da una bienvenida única parece estar torcida ligeramente ladeada hacia la izquierda pulsó el botón de parada de la mini grabadora miró la puerta de la mil cuatrocientos ocho y vio que ahora no estaba torcida sino totalmente recta se