Las Raices de España: Reconquista e Imperio.

Bueno, buenas tardes. Seguimos ya llegando a la recta final y para acabar estas eventos raíces, pues la verdad es que tenemos aquí al final a dos ponentes de lujo.

El primero de ellos es Gonzalo Rodríguez, también yo conocéis por sus libros, a lo cual me conocéis también por El Oído del Lobo, La Zorra y la Espada, vídeos...

Gonzalo es doctor en Historia, conocedor de la España antigua, del mundo celta, de su tesis doctoral, como decía, hay libros suyos aquí, y de ese conocimiento se le ha aprofundizado mucho lo que es la identidad, la identidad de España, lo que nos caracteriza, lo que nos hace hispanos.

Y a partir de ahí creo que tiene también unas reflexiones muy importantes, clave para entender cuál es nuestro papel en la historia universal. El papel que hemos cumplido y el papel que nos falta cumplir. Sin más, os dejo con Gonzalo.

Buenas tardes, ¿se me escucha bien? ¿seguro? Muchas gracias a todos por estar aquí y muchas gracias a los organizadores por contar conmigo para una ocasión como esta.

Voy a hablaros de la necesidad de reencontrarnos con la tradición española. Más aún, del significado espiritual de dicho reencuentro con la tradición española.

Reencuentro en el que nos jugamos el ser o no ser, en un tiempo de crucijada, en un tiempo en el que España misma, en su identidad, podría o diluirse o autodestruirse. Lo vemos.

En primer lugar, ¿por qué reencuentro? Pues porque estamos en ausencia de conexión con el significado del proceso histórico y antropológico de la nación española. Estamos desconectados de nuestras propias raíces y de quienes somos.

Estamos desconectados del linaje y la tradición del español. Y el árbol sin raíces no da frutos y si lo empujan, se derrumba. Nuestra intención debe ser tener raíces para dar frutos y no derrumbarnos.

Incluso no derrumbarnos nunca, si las raíces son tan hondas que nos conectan no sólo con el pasado, con nuestros ancestros y nuestro linaje, sino con el cielo, con aquello que es perenne y eterno.

A partir de aquí, me planteo muchas veces que este ejercicio de reencuentro es como recibir un cofre, una carta escrita por nuestros antepasados o un cofre con la herencia familiar.

Y en lugar de leer esa carta que nos hubiera escrito nuestro abuelo o nuestro bisabuelo, o en lugar de abrir ese cofre y ver lo que nos le daron nuestros familiares, lo despreciamos, lo olvidamos o lo relativizamos.

Imaginad, te entregan una carta y te dicen, lo escribió tu abuelo el mismo día que naciste, esperando que algún día lo leyeras. Es todo lo que aprendió él a lo largo de su vida, que a su vez lo aprendió de su padre, que lo aprendió de su abuelo.

Y tú coges la carta y la tiras. O te entregan un cofre y te dicen, aquí están las armas y las joyas de un legado familiar, y tú lo entiernas y lo desprecias, ¿verdad? Nadie haría eso en el cristiano juicio.

Bien, pues eso es lo que nos pasa a nosotros. Tenemos el cofre, tenemos la carta y lo despreciamos, lo olvidamos o lo relativizamos. Bien, pues yo propongo hacer justo lo contrario. Y respondiendo al mandato de Apolo en Delfos, cumplir con ese, conócete a ti mismo, llega a ser quien estás llamado a ser, conviértete en quien eres.

A partir de aquí, también yo planteo que el reencuentro con la tradición española, el reencuentro con la tradición y el linaje español, implica también una narrativa, una narración, un ejercicio de lo que se llama storytelling, de saber contarnos nuestra historia.

Yo digo que el guardián de la tradición es, junto con el cazador y el recolector, la profesión más antigua.