
El recurso de amparo: retos reales y falsos problemas: algunas reflexiones desordenadas
Description of El recurso de amparo: retos reales y falsos problemas: algunas reflexiones desordenadas
Ignacio Díez-Picazo, Catedrático de Derecho Procesal, nos ofrece su visión sobre las Instituciones en el Estado Democrático de Derecho- El recurso de amparo: retos reales y falsos problemas:
algunas reflexiones desordenadas- en una entrevista con Andrés Betancor, catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad Pompeu Fabra.
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Señoras y señores, bienvenidos al canal de podcast de la Fundación Rafael del Pino.
Soy André Petancor, Catedrático de Derecho Administrativo, Director del Programa Instituciones del Estado Democrático de la Fundación Rafael del Pino.
El objetivo de esta iniciativa es contribuir a la mejora de la calidad de nuestras instituciones como condición o requisito para la mejora de nuestro Estado Democrático de Derecho.
Las instituciones, mala democracia y peores libertades.
Hoy vamos a dialogar con Ignacio Díez Picazo, Catedrático de Derecho Procesal y Abogado y más recordado, efectivamente, letrado del Tribunal Constitucional, en excelencia también.
Bueno, y vamos a conversar, como no, con una persona tan experta sobre el recurso de amparo.
Bienvenido, Ignacio.
Muchas gracias, Andrés.
Un placer.
Bueno, Ignacio, tu ponencia me parece una ponencia muy interesante.
Por muchas razones, yo creo que esa combinación entre la reflexión dogmática y con una experiencia que se nota que tienes, la hace particularmente interesante, brillante, en lo que se refiere a la reflexión sobre el recurso de amparo, pero en un contexto también muy determinado.
Me gustaría comenzar por el contexto.
Hay un tema que nos preocupa a todos, que es lo que se ha denominado la degradación institucional, la crítica que se está proyectando sobre el Tribunal Constitucional, se habla de incluso de regeneración, de la deriva del Tribunal Constitucional.
Yo creo que ese es el contexto imprescindible sobre el que tenemos, algo tenemos que decir, algo que tenemos que decir.
Yo, en principio, en la ponencia que defiendo hoy, lo que vengo a decir es que mis reflexiones están hechas para un tiempo distinto, es decir, que para este Tribunal Constitucional me parece que son, si no inútiles, son irrelevantes.
Empiezo por eso diciendo que creo que es que el Tribunal Constitucional no ha sido siempre el mismo, que muta, en una expresión de Pedro Cruz, que comparar al Tribunal Constitucional del 2025 con el de 1980 o 1985, pues encontraría a uno muchos aspectos formales idénticos, pero en la chicha son instituciones que, desde el punto de vista institucional, desde el punto de vista jurídico, son realidades completamente distintas, y por lo tanto que ha habido una degradación no tengo ni la más mínima duda, no me cuesta afirmarlo.
El tema es hebreo, a uno le va del pesimismo, pero hay que combatirlo, ha llegado un momento en el cual habrá que decir, esto se puede revertir, digo sí, se puede revertir, y aparte, es fácilmente reversible, no lo voy a decir fácilmente, pero no es de una dificultad extrema, hace falta voluntad política por parte de quien puede, claro, eso sí.
El problema que se plantea es que una vez se quede contaminada o comprometida la legitimidad de las instituciones, es muy difícil de revertir eso, es decir, desde el momento que se instala esa idea de que, poco menos que una instancia política, que obedece a criterios políticos, es una sombra muy poderosa, hasta que deje de serlo, pero es muy difícil de revertir eso.
Ciertamente, pero llevamos con este debate casi desde que yo era un joven jurista principiante, y lo único que pasa es que probablemente la deriva ahora es brutal, ¿cómo se le pone Coto? Yo no tengo una fórmula mágica al respecto, y obviamente muchas veces me pregunto y me interrogo acerca del sentido que puede hacer uno por su país, y digo, la verdad es que hacer hacer, que se me ocurra, nada más que seguir pregonando, seguir cuestionando el tema y trasladarlo a quien tiene la responsabilidad, que en un régimen, yo no lo llamo de partitocracia, porque la partitocracia es buena, sin partidos políticos se vive mucho peor, lo que hay es un exceso de partitocracia y una colonización institucional de lo que no se debe colonizar, y aparte, digamos, esto es como lo del winter is coming en la serie de Juego de Tronos, pues aquí avanza, claro, no solo no disminuye, va ganando enteros en muchos aspectos y va llegando a grados que probablemente los que ya teníamos una cierta edad jamás pensamos que se iba a dar. ¿Cómo? Yo no tengo esa receta, pero hay que seguir intentándolo sencillamente porque creo que hay actos de voluntad política que podrían cambiar esto de un día para otro. ¿No te parece también que hay un componente, y eso se conecta con una preocupación complexa?
Comments of El recurso de amparo: retos reales y falsos problemas: algunas reflexiones desordenadas