

Description of El reino de los vaqueritos
Dylan y Jailer, con sus diminutos cuerpos de tres años, remolcan el camión de sus sueños, mientras con sus cortas piernas corretean a toda velocidad por el área de juego de la casita infantil “Los Vaqueritos de mi reina”, perteneciente a la Empresa de Productos Lácteos Río Zaza de Sancti Spíritus. Pareciera un ritual. Cada mañana, con la idea fija de creerse chofer y mecánico, respectivamente, repiten la vivencia para darle un toque angelical a ese “reino en miniatura” donde imperan las risas, los descubrimientos y un amor que se ancla en el pecho de cuatro educadoras. Una de ellas, Edenia Cuéllar, abandonó el reposo que imponía la jubilación para volver al salón repleto de energía.
Por Yeris del Sauzal
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Amiguitos, vamos todos a cantar, porque tenemos el corazón feliz.
¿Qué canción quieren cantar? A ver, perdón.
La vaca lo quiere.
La vaca lo quiere.
Desde hace dos años, este es uno de los paisajes honoros de la empresa de productos lácteos Río Sasa de Santi Espíritus.
La algarabía viene desde la casita infantil Los Vaqueritos de Mi Reina, un universo en miniatura colmado de risas, descubrimientos y un amor que se ancla en el pecho de cuatro mujeres.
Una de ellas, Edenia Cuellar, abandonó el reposo que imponía la jubilación para volver al salón repleto de energía.
Aquí se le enseña a los niños hábitos, habilidades que ellos van adquiriendo desde la edad temprana.
Yo trabajo con los niños de un año o dos, que ven más pequeños, pero siempre aquí se les dan actividades programadas a los niños.
Igual todo lo que se hace en un círculo infantil se hace aquí en la casita.
La alimentación de los niños es buena, es variada.
¿De merienda que te dan? Eneida María González también se derrite ante las ocurrencias de los que saben querer.
Esto es una modalidad diferente.
Yo considero, en la experiencia que estoy, que los niños aprenden más, porque el niño pequeño aprende del grande.
Considero que el desarrollo de lengua es una de las dimensiones donde el niño desarrolla más en estas casitas infantiles.
¿Por qué eliges, dentro del magisterio, la amplia gama del magisterio, trabajar con niños pequeños? Creo que el niño es como un algodón, como una esponja, que lo que él no aprende al inicio, pues no lo puede llevar futuramente.
Ese amor, ese deseo de enseñar en las primeras infancias, pues es lo que te haya hecho orgulloso, porque de lo que tú hagas, así será el niño en el futuro.
Da la media vuelta, toca el cascabel, roba caramelos en el almacén.
Me ligerita fanto perna.
¿Qué te enseñan aquí? A tontar libros.
Yo tomo, duermo, juego con mis amiguitos.
¿Y a qué juegas? A la cocinera.
Diez y diez son cuatro, mil y mil son seis.
A Yalena María Gómez, esa espontaneidad, esa alegría vestida de inocencia, le insufla motivaciones para abrir su regazo a la esperanza del mundo.
Me gusta trabajar con los niños porque ellos aprenden con nosotros y nosotros aprendemos con ellos también.
Es agradecido, es bonito.
Ves cuánto avanzan los niños que llegan aquí chiquititos.
Yo trabajo con los de cuarto, pero veo también el avance que tienen ellos en el hablar, que hablan mejor, que aprenden con nosotros aquí.
Son muy ocurrentes.
Aquí los niños, los chiquitos posiblemente son más de eso que los grandes.
Tienen chispas, son inteligentes, hablan todo claro.
A mí me encanta trabajar con ellos.
Se juega con ellos también en los juegos de roles.
Jugamos junto con ellos, somos niños igual que ellos.
Se les enseña color, forma, tamaño.
Juegos de entretenimiento, juegos de mesa, los juegos tradicionales, al ánimo, las señoritas, todos esos juegos ellos a las ruedas, ruedas.
Vengan que vamos a cantar.
O la tempera, y apegados a sus dibujos muchas veces abstractos, aplauden los pequeños de la casita infantil los vaqueritos de mi reina de santispiritos.
Allí donde solo hay espacio para reír y aprender.
Contemos un cuento, uno, dos y tres.
¿Y cómo se llaman los mejores amiguitos que tienes aquí? Desde Santispiritus, Yeris del Sausal Francisco, en Radio Rebelde.




















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