

Description of Relatos Raquel Ramos 27-02-25
Nueva edición de los relatos de Raquel Ramos, vecina del barrio del Bon Pastor que nos trae historias muy sentidas a Ràdio Trinijove. Con el soporte técnico de Juan Muñoz.
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Estamos conmocionados, absortos y preocupados por el bienestar y la integridad física de Gabriel.
Gabriel es un niño de 8 años que lleva desaparecido varios días, días tormentosos.
Un niño de 8 años de sonrisa angelical y una expresión en su carita tan bonita y tan graciosa que es difícil de entender y llegar a creer que algún susodicho o susodicha, sin escrúpulos y con sangre fría, haya podido secuestrarlo apartándole y arrebatándole algo tan querido para sus padres y toda la gente que le quiere.
Somos muchos los que sufrimos por su desaparición, somos muchos los que nos exalta la incertidumbre y somos muchos los que queremos y anhelamos que Gabriel aparezca vivo y nos pueda deleitar con su sonrisa y su buenestar.
Según sus padres, que son los que verdaderamente lo conocen y sienten profundamente su ausencia, que es un niño encantador, un niño que su timidez le cohibe tanto que no le permite confiar plenamente en aquellas personas que no conoce apenas.
Tiene solo 8 añitos, pero su inteligencia y su madurez le hace ser un niño muy responsable.
Aunque las expectativas no son muy halagüeñas ni favorables, su búsqueda sigue vigente y no pararemos hasta encontrar las pesquisas suficientes que nos conduzcan al paradero de Gabriel.
Todo lo que sea informar y conseguir pistas sobre su desaparición, somos nosotros mismos los que agradecemos profundamente vuestra colaboración y ayuda y esa preocupación infinita de este caso tan entrañable que espero con todas mis fuerzas que tenga un final feliz.
Pero ahora me he quedado destrozada como la mayoría de personas al digerir esta tremenda noticia que seguíamos con total expectación a través de los medios de comunicación día a día y con un objetivo claro, dar memoria y homenajear de alguna manera la ausencia perpetrante de este angelillo, hemos sentido como el pálpito de nuestros corazones se dilataba aún más si cabe al descubrir la exaltación de este terrible final.
Aunque realmente no encaraba la posibilidad íntegra de que Gabriel apareciera vivo ni siquiera mi credibilidad ante esta situación me mantenía al margen de las expectativas.
Pero mi creencia en Dios y mi sentido espiritual hacían reencontrarme hasta el final con la esperanza a pesar de llenar todos mis sentidos alimentando esa posibilidad aunque fuera remota y escasa.
«Basta ya», le dijo el Señor a su lacayo.
«Tu opinión y tu criterio no realzan en mí ningún miramiento ni observación fiable de todo lo referido con mis sentimientos hacia ella y me siento totalmente incomprendido y completamente absorto hasta el pensamiento oculto que profiero sobre ella, la bella doncella Adela.
En los aledaños de esta fortaleza se escucha el sonido ecuestre de aquel espíritu burlón que habitaba y residía en esta habitación fantasma.
Su agonía y su tristeza se escuchan retumbar de las paredes de este habitáculo y de manera persistente reflejan la insistencia de este dolor inoportuno.
Mi condición de vida me acecha hacia el propósito y la intención de irme a otro lugar.
¿Por qué la perpetua soledad se apodera de mi frágil condición humana? ¿Por qué aquel sonido molesto y a la vez agonizante de ese espíritu cabalga en mis sueños encarándome y derivándome a mis peores pesadillas? Me conciencié de esta hazaña buscando y luchando por recordar a mi doncella y poder romper ese hechizo que se apodera de mis sentimientos ocultos.
Pasé tantos buenos momentos que su fallecimiento rompió mi corazón en mil pedazos y me transformé sin quererlo en un ser insensible y apático, completamente abducido por la realidad absorta que carcome mis preocupaciones.
Pero ella debía de alcanzar y salir de esa fortaleza y cumplir el cometido de luchar con uñas y dientes para remover a su gran amor y sacar fuerzas donde no las había para resucitar la dura e intransigente agonía de perder a un amor verdadero.
Si yo he llegado a ser señor, una persona respetada, valerosa y fuerte, nada se interpondrá en mi camino y mi sincero alegato servirá para referir en mi insistencia y interpondrán en mi camino y poder escuchar su voz y sentir su aliento cercano y su soplido visceral.