El renacer de la Iglesia

Comienza tu cura en las ondas con el padre Íñigo Ugalde.

Muy buenos días amigos de Radio María, bienvenido a este nuevo programa de tu cura en las ondas que estamos finalizando agosto, comenzando septiembre y es un nuevo momento estupendo para actualizar las ganas de trabajar, las ganas de empezar a hacer cosas, proyectos, llegar a más gente, un montón de... aunque no tengas cosas digamos directamente pastorales, da igual, gente nueva o bueno enfocar las cosas de nuevo modo, intentar hacer las cosas mejor, bueno esto yo creo que tiene que ser un aliciente para todos, digo yo, me se ocurre que dicen por ahí.

Bueno entonces hoy celebramos a San Agustín, ayer celebramos de alguna manera a todas las madres que siguen rezando por nosotros y por los hijos un poco frívolos o fríos o despistados respecto a la fe, que era Santa Mónica, y en el día de que San Agustín, felicidades a todos los Agustín, que voy a decirlo, claro, que habéis estado Agustín en agosto, claro, y como todos hemos estado Agustín, Agustín en agosto.

Bueno entonces hoy voy a hablar de ni más ni menos que voy a proponer grandes soluciones a estos grandes males, grandes remedios que necesitamos en la iglesia, en las pastorales, en las familias, etcétera, y lo voy a hacer de la mano de San Agustín, también de santo Tomás y del sentido común, así que no te queda. Hoy te propongo bueno pues cómo renacer de las cenizas en las que estamos, eclesial, sociológicamente o socialmente, etcétera. Hoy te doy todas las claves de la gran solución.

Bueno comenzamos aquí, tú cuéralas ondas, este programa que te prometo el oro y el moro, o sea, aquí yo no te voy a dar una cosita, yo te prometo el oro y el moro, además te voy a dar las dos cosas, o sea, el oro y el moro, te lo doy, porque mi idea, que vengo pedaleando desde hace demasiado tiempo y la gente dice, bueno es muy difícil, es muy difícil, bueno sí, no sé, a lo mejor, quizá se me ocurre que las cosas son muy difíciles, están mal, no porque sean difíciles, sino porque nadie se atreve a poner cascabel al gato, o decir, el rey está desnudo, o yo qué sé, ¿no? Entonces cuanto más... el otro día estaba escuchando, me estoy yendo ya por las ramas, pero bueno, porque no tenía previsto decir esto, pero estaba escuchando, que es muy interesante para cuando vas en coche, que puedes hacer, pues ya sabes que puedes rezar el rosario, puedes escuchar, bueno, en cualquier plataforma, si quieres practicar el inglés, hay una plataforma que se llama The Saints, Los Santos, en inglés, entonces tienes en inglés la vida de un montón de santos, y una de ellas es Santa Catalina de Siena, entonces para practicar el inglés está muy bien, la vida de tal, bueno, y me acordaba de aquella frase, porque la dice en el momento, es de Santa Catalina, que el mundo está podrido por culpa de los silencios, y dice Santa Catalina, bueno, no es palabra de Dios, efectivamente no es palabra de Dios, pero yo creo que tiene bastante razón Santa Catalina, es decir, la iglesia y el mundo entero, digamos, la humanidad, tiene ya miles y miles y miles de años de experiencia, de mil tipos de experiencias distintas, ¿no? Es decir, que tenemos un montón de soluciones, porque tenemos años y siglos de experiencia, y a lo mejor es que no nos empeñamos a poner la solución, no queremos, digamos, ponernos en la cataplasma, en la herida que duele y que pica, pues precisamente porque pica y duele, entonces eso, la herida se va empeorando, tanto en las familias, tanto en la educación, tanto en la iglesia, en las vocaciones, en tantas cosas distintas.

Bueno, y digo esto porque me parece que el Papa hablaba el otro día, ¿no?, de el profundo dolor que supongo que tendrás por la falta de vocaciones, ¿no? Y a mí es una cosa que me escuece, tanto como a ti, ¿no? La falta de vocaciones, pero no solo es la falta de vocaciones, ¿no?, sino, digamos, el nivel de los matrimonios, ¿no?, que son muy quebradizos, y el nivel de educación que hay en las familias, que es muy quebradizo, muy pobre, los chavales, en fin, no aguantan casi nada, se ponen tensos enseguida, bueno, es todo como muy frágil, ¿no?, de una capacidad de...