iVoox
iVoox Podcast & radio
Download app for free
By Radio Torredonjimeno 101.7 FM Podcast Radio Torredonjimeno
RETAZOS DE ANTAÑO: La compra (13-5-25)

RETAZOS DE ANTAÑO: La compra (13-5-25)

5/13/2025 · 34:49
0
19
0
19

Description of RETAZOS DE ANTAÑO: La compra (13-5-25)

Eduardo Colomo nos acompaña cada martes para llevarnos de paseo por el Torredonjimeno del pasado a través de tradiciones, modos de vida y experiencias personales.

Read the RETAZOS DE ANTAÑO: La compra (13-5-25) podcast

This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.

Siempre que escribo y digo aquello de antaño obviamente estoy volviendo a mis tiempos, los de mi infancia o los de mi adolescencia incluida la edad del pavo y a partir de ahí construyo el relato, un relato muy particular de lo que por entonces observaba. Aquellos más jóvenes pues no sabrán de qué va el tema, lógico o no tan lógico porque habrá padres que le hayan contado a su hijo cosas de antes y habrá hijos que hayan prestado atención sin inmutarse y otros hayan dicho papá no me rayes.

Y en el tema de la compra de los vecinos de una calle con una tienda en la esquina siempre era cosa de mujeres, soltera o casada. Si al marido le faltaba una cuchilla de afeitar MSA canalada era ella quien se la compraba y si no se la compraba la barba le crecía en demasía y todo por no acercarse él mismo a cinco metros de su casa y comprarla. De la furgilería hablando en términos de mili siempre se encargaba la mujer, fuese o no para ella.

Ahora en cambio si va al súper comprobaréis que van los dos o sea el matrimonio y esto por varias razones. Los super se han trasladado a la afuera y los varones que rondamos los 70 tenemos carnet de conducir pero la mujer curiosamente, no tan curiosamente pues casi casi que no tienen carnet los de aquella edad que tenemos nosotros. Y a ella le toca esperar al marido hasta que a él le da la gana de llevarla.

Si ese marido está jubilado pone menos impedimentos pero si está en un activo pondrá mil y una excusas hasta que por fin después de echar un cocorrón un sábado por la tarde que cuando no hay gente en los supermercados deciden subir. En un otro caso con la cosa de que ellos conducen ellas no, pues el carro también lo llevan ellos para no perder la costumbre y ella lleva la lista en la mano de lo que hace falta y el marido en su cabeza lleva otra lista de lo que no le hace falta.

Nada más entrar al supermercado salvando las diferencias que no son pocas me viene el recuerdo de los domingos al entrar en el parque empujando al carrico con los chiquillos porque el protocolo es casi el mismo sólo que ahora se empuja a un carro donde no hay nada. Pues bien te encuentras con un matrimonio, vecino, amigo o simplemente lo conoces de vista que ya vienen de vuelta con el carro hasta los mochos y lo primero que surge es preguntarse por la familia sobre cuánto tiene, qué es y tanto, qué es y cuánto, qué somos graciosos, qué es y tal, qué es y cual y comienza el peregrinaje por los pasillos.

Cada semana le pegan una subida a todos creerán que somos tontos. Detergente, pañuelos, papel higiénico, veneno para hormigas que ahora llega el tiempo. El marido con los brazos apoyados en el manillar del carro esperando que la mujer vaya echando y parece que le ha picado el gusanillo y se atreve a mirar lo que hay tratando lo que hay tratando de buscar algo que no haya probado y que seguro que no le va a gustar mientras que la mujer es la que la lleva, la que lleva los pantalones en el tema de la compra y lo hace con ataeros.

Y al hombre todo se le figura poco. Al final llenan el carro hasta lo alto y se acercan a las cajas y están mirando a ver si hay algún o alguna cajera de las cariñoso o cariñosa que además de ser eso cariñoso pues te ayuda a meter las cosas en las bolsas. Mala suerte en la cola. Llegan dos o tres diciendo que si los podemos dejar pasar, que llevan muy pocas cosas, los dejamos pasar. Llegamos a la caja y a descargar. La cola detrás de ellos es bastante larga y se sofocan.

Comienzan a abrir las bolsas, corre que te corre, nerviosos perdidos y el cajero como un pan malote más serio que un ajo esperando a que se le pague lo que marca la pantalla. Pues se acaba lo que se daba y el matrimonio ya no vuelve a salir hasta la semana que viene en busca de otra cargahilla. Hay quienes dicen que a nuestros años la única salida es ir a comprar a supermercados. Ni Semana Santa, ni Fera, ni Romería. No tenemos ganas de nada. Pero claro, hay que comer. Es el único argumento válido para justificar la visita y como los jefes de los super no son tontos cada vez que van a cambiar las cosas de sitio.

Comments of RETAZOS DE ANTAÑO: La compra (13-5-25)

This program does not accept anonymous comments. Sign up to comment!
We recommend you
Go to Magazine and lifestyle