Los riesgos de dormir poco

Esto es R.O.M., un podcast de Xatacalatam.

Hoy estamos en versión de audio, lo cual es un logro.

Hay como ocho y medio, ocho veinte por ahí.

Luego normalmente nos andamos colando también con versión en video en Spotify.

Así es que esperemos que lo disfruten mucho.

Mi nombre es Martín y como siempre me acompaña el Migue.

¿Cómo estás, Migue? Hola, ¿qué tal, Martín? ¿Qué tal, Mau? Pues bien, aquí disfrutando de las dulces mieles que me da el calor aquí en el sur.

Y pues es un poco en sentido figurado porque sí, la verdad, está potente.

Me gustaría que nos dijera la gente cómo le está yendo en su estado, ¿no? Porque por ahí me dijeron que igual en el centro del país está lloviendo.

Pero estoy muy bien.

En el centro del país está lloviendo.

Yo estoy en el centro del país, Migue, y te puedo confirmar que te mintieron flagrantemente, Migue, porque no ha llovido nada.

Hacen falta los frentes fríos.

¿Cómo estás, Mauri? Bien, Martín, fíjate que Migue siempre espoileando mi presencia en el podcast, ¿eh? Porque es muy educado y siempre me saluda, aunque yo vaya el último.

Pero bien, yo también acá calorcito.

El otro día ya nos salió el primer alacrán de la temporada, fíjate.

Entonces...

¿Alacrán? ¿A poco? Sí, hay un alacrancillo.

Chiquito todavía, pero pues de repente ya empiezan a crecer y ya son de esos que ya dan...

Sí, ya dan miedito, pero bueno.

Hasta ahorita no hemos tenido ningún infortunio con estos bichos de acá.

¿Y cuál es la recomendación ante tanto alacrán, Mauri? Eh... híjole.

La verdad no sé, pues cuidar los zapatos, o sea, cuando vayas a meter tu piecito ahí en los tenis.

Que estén lo suficientemente gruesos para cuando los pises, ¿no? No, no, la cosa es que como son de ambiente de calor o se refugian en lugares cálidos, se pueden refugiar en los zapatos y en los tenis.

Entonces es revisar antes que no haya uno para que no metas la pata.

O sea, agarras el zapatito y una sacudidita.

Ajá. Eso, pues en las tardes cuando sales y vas a estar como en zonas con pasto y así, pues fijarte que no haya alguno.

Tu insecticida, ya con eso, en tu casita.

Casa y jardín, normalmente, yo siempre recomiendo.

Yo tengo el del H, H y un número, no sé si lo ubiquen todos.

No, yo tengo el cuatro letras que empieza con R.

Cuatro letras con R, efectivo.

También hay uno que empieza con B y dice que es verde, que es muy bueno también.

Ah, el que empieza como si te despidieras en inglés, ¿no? Andale.

Pero bien, calorcito, pero bien, hasta eso todo bien.

Fíjate, bien curioso como pareciera ser que a los animales más peligrosos les gustan los zapatos, porque ya ves que en Australia es de que clásico encontrarte serpientes en los zapatos.

Y ahora hay una serpiente en mi bota, decía el Woody.

Sí, literal. O sea, me imagino que viene de algún lado, pero digo, chale.

O sea, no puede ser en un lugar un poquito más a la vista.

¿A ti, Miguel, te ha salido en algún alacrán en lugares sospechados? Bueno, no en lugares insospechados.

Mi mamá en Michoacán tiene en su tiene un paticito y pues así en la pared estaba yo que recostaba.

Naturaleza y todo.

Vi un alacrán ahí caminando y yo así, mira, hasta le tomé video.

Ahorita lo voy a buscar.

¿Cuál es tu contacto más extraño, Miguel, que has tenido en Chiapas con algún animal? Híjole, la verdad es que he visto de todo.

Curiosamente no me han salido serpientes, pero más extraño, pues una vez aquí en mi buró que tengo aquí al lado, encontré uno de esos animales que parecen plantas que son verdes, así grandotote.

Ah, ok.

Sí, ya pues eso fue muy Chiapaneco, ¿no? De mi parte.

Pero pues es que cuando abro la ventana en la noche se empiezan a meter los insectos.

A decir, me encuentro con un animal más extraño ha sido con el Freddy.

No, no.

Sí, también.

Saludos a Freddy que siempre que haya oportunidad.

Muy extraño, un rubio por aquí.

Por aquí, en México en general.

Pero bueno, muy extraño.