Roadrunner 167

Hola hola que tal familia, bienvenidos al episodio 167 del Roadrunner, el podcast donde una vespa, un puñado de singles y un anhelo eterno de ritmo nos lleva por ciudades, conciertos, garitos con humedad, mercadillos donde el vinilo huele a gloria y pubs donde tomarnos esas pintas y también a fritanga. Hoy arrancamos fuerte con el rey del telecaster helado, el maestro Albert Collins, y un temazo instrumental que parece haber sacado directamente una cocina sureña a medianoche, Cooking Catfish.

Atentos a esa guitarra que chisporrea como el aceite en una sartén, vamos que solo os falta el olor a pescado y ya tenéis la experiencia completa. Y sí, aquí estamos otra vez subidos a la vespa con más pegatinas que ITV, cruzando carreteras secundarias, calles sin nombre, buscando música, calor humano y alguna croqueta decente. Hoy os traigo una buena ruta sonora con curvas de soul, rectas de garaje, baches de rhythm and blues y rotondas con revival que ni el GPS se atreve a recalcular, así que ponte cómodo, ajusta el espejo retrovisor y agárrate fuerte que esto arranca ya. Empezamos la ruta 167 que la música te acompaña.

Venga que vamos con nuestra primera parada de hoy que eso nos lleva a Pittsburgh, Pensilvania donde nos encontramos con un joven soñador de los años 60, George Terry, también conocido por Terry George, tanto Montageorge como Terry. Este muchacho con más brillantina que experiencia nos regaló en 1965 una joyita del teeny pop titulada Rodney, publicada por el sello Spurs on Records como cara B.

Rodney es una de esas canciones que aunque no alcanzaron la fama por supuesto capturan la esencia de esa época donde los sentimientos se expresaban con sencillez y melodía. La voz de George cargada de emoción juvenil nos transporta a esos días de cartas escritas a mano y promesas de amor eterno, aunque la información sobre George Terry es escasa, su contribución al panorama música de los 60 merece ser recordada.

Este tema con su encanto nostálgico es un testimonio de esos innumerables artistas que aunque brevemente dejaron una huella en la historia de la música. Así que corre caminos mientras recorremos las carreteras en nuestra vespa, vamos a dejarnos llevar por la melodía de Rodney y recordemos esos tiempos donde una simple canción podía decirlo todo.