En materia de versos, Rosa María García Garzón, la poetisa del pueblo, tiene la palabra.

Kawaiiwan tiene tradición lírica, desde su experiencia en los talleres literarios, casas formadoras de los nuevos cultivadores de este género, está seguro ese relevo.

Estamos luchando por ello. Ha crecido, hay nuevos miembros, hay un nuevo entusiasmo.

Bueno, Niños y Adolescentes, a pesar de que hace poco tiempo me incorporé de nuevo a tiempo completo con los talleres de Niños y Adolescentes, pues llevo cuatro niños premiados al Cuentro de Debate Provincial, que ha sido pospuesto por dificultades, pero que debe realizarse en abril.

Hay nuevas esperanzas, después de la feria también hay nuevas promesas de un poco de papel para sacar algunos libros, como decimos nosotros, en papel.

El formato tradicional es un anhelo, un deseo de escritores como usted.

Lo tengo que decir, si no me entusiasma el libro digital, sobre todo ese libro que tengo, se supone ya desde la feria pasada, presentado en la feria, Copos de Merengue.

Es como un pintapoema, y en esa vía no creo que resuelva mucho las necesidades infantiles, pero bueno, tengo la promesa y el incentivo de Luis Mateo, en la editorial que está al frente, de que nos van a enviar, por lo menos para ese libro que hace cinco años que está esperando.

Varios de estos autores hoy ya no están en Cabo Aiguán, pero siguen con una pluma fértil dondequiera que se encuentre.

Ese taller nuestro, Rubén Martínez Villena, dondequiera que esté, ya esas raíces van a dar fruto.

En Tenerife, por ejemplo, están dos puntales, digo yo, dos maravillas, que son Marlene García y Sonia Díaz Corrales, y tienen un taller, y están haciendo ediciones y publicaciones, y un trabajo literario muy lindo allí.

No creo que ninguno se haya detenido, sino que, de alguna manera, están vinculados a un proyecto, a un anhelo, y no hemos dejado de escribir, y vamos a hacerlo.

¿Es lo que representa entonces la poesía para usted? ¿Un aliento, esperanza? Podemos decir que la poesía nos salva, y nosotros tratamos de salvarla a ella, de todas las dificultades, para comunicarnos, para expresar todo lo que sentimos, todo lo que pensamos. Si no fuera por la poesía, de verdad, no valían la pena muchos esfuerzos que estamos haciendo.

Para Rosa María García Garzón, la poesía es un bálsamo, y así lo ha reflejado en una trayectoria con varias publicaciones dentro y fuera de Cuba.