Roswell: Guerra bacteriológica y platillos volantes en el desierto

Días extraños con Santiago Camacho El mundo de los documentos desclasificados es fascinante porque algunos, a pesar de tratar temas muy antiguos, pueden tener relación con cosas insospechadas.

Por ejemplo, hay uno que se titula Armamento bacteriológico en Estados Unidos y que fue desclasificado en 2006 y trata sobre presuntos ataques bacteriológicos que sufrió Estados Unidos entre 1941 y 1950, años que entre otras cosas comprenden la Segunda Guerra Mundial.

Básicamente recoge un montón de casos de muertes de animales de ganado en los Estados Unidos durante aquella época, muertes que pudieron deberse a ataques o sabotajes por parte de naciones extranjeras.

Y mire usted por dónde uno de los puntos calientes de este informe es precisamente el condado de Lincoln, en Nuevo México, en la década de 1940, el momento y lugar donde ocurrió el famoso caso Roswell.

Básicamente por aquellas fechas hubo un brote de peste negra en aquella zona.

En realidad fueron dos brotes, dos brotes surgidos a 300 kilómetros de distancia, independientemente, provocados según la versión oficial por parásitos, por pulgas de animales, ratas, ardillas que habían estado en contacto con los infectados.

Finalmente un niño de siete años terminó muriendo en el condado de Lincoln a causa de la peste bubónica.

Y nuevamente fueron las pulgas, las pulgas de las ardillas en concreto, las que fueron señaladas como causantes de la infección.

El FBI se interesó por el asunto y descubrió que había una pequeña epidemia oculta de casos esparcidos al azar por todo Nuevo México, y sí, muy bien, habían sido provocados por esas pulgas infectadas, pero ¿de dónde habían salido las pulgas infectadas? Pues una teoría del FBI era que procedían ni más ni menos que de un globo japonés, de uno de esos famosos globos fugo que lanzaban los japoneses para que estallaran o cayeran en algún lugar de los Estados Unidos, provocando el caos, provocando incendios o, soltando mire usted por dónde, manadas de pulgas infectadas con diversas enfermedades, un arma biológica en la que eran expertos los japoneses y que habían desarrollado gracias a los trabajos de la infame Unidad 731.

La teoría, avalada por los técnicos de la Unidad Médica del Ejército en Fort Detrick, pues decía que uno de estos globos debió de caer en algún lugar del condado de Lincoln, soltar su cargamento mortal y con el paso de los meses, pues esas pulgas se fueron diseminando hasta finalmente infectar a los seres humanos.

¿Y todo esto ocurría a un tiro de piedra de donde se ubicó el incidente de Roswell? ¿Tiene algo que ver? ¿Es posible que no? ¿Es posible que sí? En cualquier caso, es una pieza más del puzle que cuantas más piezas conocemos, más complejo se hace.

A fin de cuentas, las teorías sobre lo sucedido en Roswell son múltiples, incluyen cosas como un globo meteorológico, un globo diseñado para monitorizar las primeras pruebas de bombas atómicas soviéticas, una nave espacial alienígena, viajeros del tiempo que venían del futuro, un cohete con monos o chimpancés a bordo, el globo fugo que hemos citado, cobayas humanas utilizadas en experimentos a gran altitud, un vehículo de una raza que podemos detectar