Sahara desde Canarias, 2025-02-14

Lo creyeron. Creían que el viento del desierto iba a dejarnos ciegos. Estaban tan seguros
de que entraría la arena a nuestros ojos que ni siquiera se dignaron a reconocer que éramos
un pueblo. Lo creyeron sin duda. Pensaron que había un gran tanto por ciento de analfabetos,
que no iban a entender de fronteras, ni de autodeterminaciones, ni de acuerdos. Se creyeron
sin duda que iban a vencernos. Y comenzó la sangre a manchar el desierto. Y comenzó
una lágrima a Saharawi a bajar por las dunas y a llegar hasta el pueblo. Y pronto se hizo llanto.
Y el llanto se hizo hierro. Y el hierro se hizo grito. Y el grito rompió el cerco. Y se volvió
batalla. Y la batalla hambre. Y el hombre se hizo odio. Y el odio tapó el miedo. Y se volvió
metralla. Y la metralla muerto. Y el muerto campamento. Y el campamento niño. Y el niño
volvió al llanto para hacer nuevo hierro. Y el grito. Y batalla. Y hambre. Y odio. Y metralla.
Y muerto. Y frente polisario. Y pueblo. Se creyeron sin duda que iban a vencernos. Y ahora,
de repente, les está entrando el miedo. Estamos en Radio Guinewada. Este es el programa Sahara
desde Canarias. Nos pueden escuchar a través de internet www.radioguinewada.com.
Pues aquí estamos de nuevo con todos ustedes y vamos a hablar de muchas cosas del Sahara,
pero también, como siempre, vamos a acordarnos de Palestina. Palestina tiene que estar en
nuestra mente. Nosotros lo tenemos así. Y yo creo, pienso, que desde el día 8 o el día 9 de octubre,
nosotros dedicamos algunos minutos a Palestina porque Palestina no hay que olvidarla. No hay
que olvidarla. Palestina significa un pueblo. Y a ese pueblo lo quieren aniquilar. El genocidio
contra el pueblo palestino nos tiene que preocupar a todos. Y realmente son muchos
los que están en contra de ese genocidio. Pero los de siempre intentan todo lo contrario. Y si
hablamos de las últimas declaraciones del impronunciable, que habla simplemente de Gaza
como un negocio, como una compra y venta para que la gente lo pase bien y se divierta,
pues ya traspasa las fronteras de lo que normalmente nosotros llamamos humanidad.
Y hay una cuestión que hay que tratar, porque hemos estado este último año y el anterior pensando
y viendo las imágenes que nos llegaban de Gaza. Pero resulta que ahora dicen que hay una tregua
y vemos algunas imágenes que intentan limpiar toda esta barbaridad, como la llegada de ayuda
humanitaria o la salida de algunos heridos, aunque parece ser que es una mínima parte
de los que reciben permiso para salir de Gaza hacia otros países. Pero no nos enteramos de
lo que sigue haciendo el régimen sionista. Y el régimen sionista sigue deteniendo,
torturando y asesinando en la otra parte de Palestina, en Cisjordania. O sea que la tregua
es engañosa, la tregua es una trampa. Y nosotros debemos pensar que si en estos momentos durante