SANANDO EL COCO 21-4-2025 EL INICIO DE LA ANSIEDAD

¿Qué tal, familia? Bienvenidos a un nuevo podcast de Sanando el Coco. Ya sabéis, ya nos conocéis. Ella es Elena Batista y yo soy Vicenç de Aluhas. Bueno, el otro día empezamos a hablar un poco sobre la ansiedad, sobre la depresión, sobre las inseguridades, sobre los miedos, pero vamos a aprofundizar un poco más. Y además, como tenemos la gran suerte de que Elena pasó una ansiedad que se le convirtió en depresión, pues nos explique un poco cómo han sido los síntomas.

Pero dentro de cómo han sido los síntomas, y creo que es muy importante, querría empezar por los inicios, como todo en la vida, como los inicios. Cuáles fueron los inicios en los que tú empezaste a observar cierta tristeza, ciertas palpitaciones, ciertos miedos, un poco también la edad, la época, la edad, el motivo y qué era lo que verdaderamente te hacía sentir esta ansiedad.

Mira, qué tal a todos, un saludo a todos, que no he dicho nada, pero que a mí recuerdo perfectamente cuando me empezó a tener esos síntomas, que fue, yo tuve, primero tuve un aborto muy traumático, al cabo de nada, de haberme hecho un legrado y el aborto, me quedé de nuevo embarazada enseguida, de mi hijo, de mi actual hijo, que ya tiene 20 años, y entonces recuerdo aquel embarazo muy angustioso, porque yo cada mes, cuando iba al baño, a hacer sólo un pipí, me obsesionaba al mirar si estaba perdiendo, si perdía o no perdía, y esto era cada semana, entonces cada vez que iba a la revisión ginecológica, era como, bueno, todo está bien, perfecto, pero cuando ya me iba a casa, ya estaba pensando, y si ahora de camino, cuando vuelvo a casa, el embarazo no está bien y me vuelve a pasar lo mismo, pero pasé todo ese embarazo pues angustiada, pero bueno, llegó el día en que paría mi hijo, todo fantástico, todo genial, empecé la vida en casa, bueno, estábamos un poco como todo desconocido, pero empecé un ritmo muy bestia, y además quería enseguida recuperarme, ir al gimnasio, a pasear mucho, hacer esto, hacer lo otro, y quería que todo en la casa estuviera perfecto, y que a mi hijo no le faltara nada, y todo, todo, todo, quería todo, tenía que controlarlo todo, porque eras ansiosa, sí, pero yo no me daba cuenta, yo pensaba que lo que tenía que hacer era tenerlo perfecto, y recuerdo que yo tenía a mi hijo, bebé, en los brazos, y yo lo miraba, y sólo en mi cabeza pensaba, y esto es para toda la vida, esto es un sufrimiento para el resto de mi vida.

Pero cuando hablabas de esto, te referías a la ansiedad...

A mi hijo, a la maternidad, pero porque yo tenía una frase, o escuchada durante muchos años, de, es que es un parto, no, perdona, es un nacimiento y un sufrimiento para el resto, es un parto para toda tu vida, tener un hijo, eso es lo que me decían, tener un hijo es un parto para toda la vida, porque se sufre siempre, entonces yo tenía eso de, tengo un hijo, es un sufrimiento para el resto de mi vida, no veía, es una alegría para el resto de mi vida, es lo que yo deseaba tener, no, no, no, yo veía que era un sufrimiento para el resto de mi vida.

Yo recuerdo que a las madres, las primerizas, todavía se utiliza la palabra responsabilidad.

Total.

Y entonces se utilizaba mal, porque fijaros, la etimología, que esto se ayudará mucho a la gente que tiene ciertos problemas de ansiedad, incluso de depresión, la responsabilidad.

¿Sabéis qué es la responsabilidad? La habilidad para responder.

Responsabilidad es la habilidad para responder.

Y está muy bien lo que nos estás diciendo, Elena, porque puedes responder desde dos sitios, desde la mente ansiosa, errantemente, errantemente de mono, rumiación, o la habilidad de responder desde la experiencia y el conocimiento, desde la calma.

Bien, si a ti en aquel momento alguien te hubiera dicho sí que es una habilidad, pero tú tienes mucha habilidad para responder desde la paz que eres, la serenidad que eres, el amor que eres y la luz que eres.

Si te hubieran dicho esto, entonces esto es otra cosa, no es esto de aquí.

No, o que hubieran...

Mira, luego, a medida que han pasado los años, muchas personas me han preguntado, porque yo fui una de las primeras en el grupo de amistades que fui madre, y cuando luego, en futuro, me preguntaban...

Oye, ¿me das un poco de tiempo?