Sanciones internacionales - Observador Global Podcast

El Aprenditivo. Sorbitos de Cultura.

El 23 de octubre de 2025 se abre en todas las plataformas un nuevo lugar de encuentro en el mundo del podcast.

El Aprenditivo. Un espacio donde compartir conocimiento con tu gente mientras te tomas un aperitivo sonoro.

El Aprenditivo.

Un podcast de los creadores de El Abrazo del Oso y Observador Global.

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Vamos con el programa de hoy. ¿Hasta qué punto las sanciones internacionales castigan a los responsables de las violaciones de derechos humanos? Y ¿hasta qué punto castigan a los ciudadanos de a pie? Hoy, apoyados en la lectura de un artículo muy ilustrativo, vamos a ser testigos de esa doble cara en una medida que debería ser impuesta en ocasiones muy, muy claras.

Sancionar a los países para que los pueblos se levanten contra gobiernos que no interesan al poder occidental, pero donde raramente ocurre esto y más bien sucede todo lo contrario.

Esos gobiernos se fortalecen, mientras la gente común pasa a penurias o es condenada al hambre y la miseria. En teoría, las sanciones internacionales son un instrumento de presión política, una herramienta no militar para forzar a un gobierno a cambiar su comportamiento.

En la práctica, sin embargo, suelen convertirse en una guerra económica que erosiona las condiciones de vida, destruye el tejido social y, en muchos casos, mata.

Hoy en Observador Global abordamos un tema incómodo, el precio humano de las sanciones.

Analizaremos cómo funcionan, a quién benefician y por qué.

Cada vez más voces, incluidas dentro de Naciones Unidas, las califican de una forma de castigo colectivo.

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Antes de leer el artículo que vamos a citar, las sanciones económicas surgieron con fuerza tras la Primera Guerra Mundial, cuando la Sociedad de Naciones las propuso como alternativa a la guerra. Durante la Guerra Fría fueron una herramienta recurrente de Estados Unidos y sus aliados contra regímenes comunistas o considerados enemigos del orden liberal.

Desde los años 90, tras el colapso soviético, se multiplicaron los embargos totales como el de Irak, desde 1990 al 2003, que, según UNICEF, contribuyó a la muerte de entre cuatrocientos mil y quinientos mil niños iraquíes por la destrucción y la falta de medicinas. Por la desnutrición, perdón.

En los últimos años se han sofisticado. De sanciones generales se ha pasado a sanciones supuestamente inteligentes, selectivas, contra las élites de estos países. Pero los efectos colaterales sobre estas poblaciones siguen siendo devastadores.

Vamos con el artículo que nos ocupa y que nos va a ilustrar.

Sanciones. Asesinato silencioso y desinfectado.

Es un artículo del 4 de octubre publicado en Perch and Irritations, y su autor es John Keripel.

Está disponible online y en libre acceso.

Keripel es un historiador, teólogo y activista social australiano que también ha trabajado en el sistema penitenciario y educativo