Sant Jordi o San Bukayo

Bueno, procesión de terapia deportiva. Había que conmemorar esta Semana Santa de alguna manera, aunque ya justo haya acabado y por ello estemos aquí.

En fin, lo comentaba Rafa antes de estar en el aire, que justamente la semana pasada habría sido el programa ideal para, bueno, en este caso, claro, se refería a mí, por el 1-5 del Arsenal en el global al Real Madrid.

Pero bueno, tenemos bastantes cosas que comentar. La semana que viene, efectivamente, se juegan las semifinales de la Champions, entonces haremos, yo que sé, hablemos de todo ello un poco a modo de previa y de lo que se nos ocurra.

Así que, sin más dilación, procedo a presentar primeramente a Rafa, que es una vez un hombre enamorado de Fermín López, que hoy es un poco más Fermín López que ayer, o bueno, no sé cuándo se cortó el pelo, pero bueno, adelante Rafa.

Pues nada, ya como siempre decimos, con ganas de traer de nuevo un poquito de luz deportiva, deportivamente hablando a este programa, que tanto nos gusta y, bueno, se había hecho un poquito larga, porque habían pasado cosas en Semana Santa, un poquito también antes, este fin de semana...

Y estaba con ganas hoy de venir.

¿Cuándo no pasan cosas? Cuando hay parón de selecciones, por ejemplo. A ver, pasan, pero no dan tanto juego.

A su izquierda, como siempre, Gonzalo, eras una vez un culé madridista. ¿Cómo estás Gonzalo? ¿Le resaca a Santa? Pues la verdad que se saca un agridulce, porque ya hemos terminado Semana Santa y, pero bueno, también estoy contento de estar aquí con vosotros, en un programa nuevo, y pues nada, Semana Santa bien, pero bueno, un poco demasiadas lluvias, pero...

Ahora os pregunto a los tres, y porque, en fin, la vivís con especial ilusión, el último, Alex, ¿Eras una vez un almeriense enamorado de...? De Luis Álex, tío, es que siempre se me olvida.

No, ya estoy enamorado de mi madre nada más, porque...

¿Por qué? Ya luego, si quieren me preguntan luego.

Nada, encantado de estar aquí una semana más, afrontamos ya el último tirón de la temporada, pero con muchas ganas, y nada, con ganas de hablar de todo.

Entonces con ganas, ¿no? ¿No me ha quedado claro? Ok, bueno, pues vamos a, en primer lugar, vamos a pasar el trámite de tener que agradecer a la radio.

¿Cómo que trámite? Bueno, pues hazlo tú.

No, tú eres representador y eso tengo razón a ti.

Pero la radio de RJC no ha fallado ni un programa de este año, está aquí, siempre está aquí.

Es la que nunca falla.

Hoy está en la esquina allí, no sé, está triste porque se me va la Semana Santa ya.

Sí, efectivamente, pero bueno, al mismo tiempo está contenta porque he estado hablando con ella alguna vez, y me ha dicho que es del Arsenal, entonces está bastante...

Pues yo le hablo y no me contesta, no sé por qué.

Bueno, pues, y no hablamos solo de la radio de RJC.

En fin, que muchas gracias a ella y a todos los que, en fin, la rodean y la abrazan porque hacen posible que estemos aquí sentados con este aparejo y, en fin, que podamos estar diciendo las sandeces que decimos cada vez que grabamos.

Así que, en fin, señores, ¿qué tal vuestra Semana Santa? Bien, muy bien, la verdad.

Yo, por mi parte...

Bueno, la mía podría haber sido mejor, pero bueno, decente.

Yo vi muchos errores de Rudiger, apareció.

No, fue... no sé si fue Borrasco, ¿no? ¿Olivier? Según decían, ¿era Olivier? Olivier Giguud, que marca un golazo el otro día de falta en la MLS.

El primero que marca, creo, en la MLS, continúa.

Grande. Que, nada, que llovió bastantes días en la Ciudad Real.

Y voy a decir el mote que les suele decir vosotros, pero...

La ciudad sin ley.

La que cabina, no sé, en falta de respeto hacia la ciudad, pero bueno.

Y, nada, yo pude salir de Nazareno este año.

Lo que pasa es que tuvimos que adelantar la entrada, ya que llovía justo a las 10.

Así que, nada, disfruté un ratito por la GLC Real con mi Cristo.

¿Qué días llovió? El domingo llovió para mañana, el lunes llovió, el martes llovió.

El miércoles llovió por la noche y se tuvo que dar la vuelta a procesión.

Viernes por la noche llovió y domingo de resurrección llovió.

Uy, se terminaban diciendo los días que no llovió.

No llovió jueves y sábado.

¿Y no os pensáis en escribir nada? No, ya... La resaca emocional ya...

Se la guarda para el domingo.

Lo que caracterizaba aquel artículo era precisamente esa resaca emocional, que estaba volcada en el texto.

El año pasado salieron tan pocas procesiones que me había obligado a continuar un poco con la Semana Santa porque se me había quedado corta.

Alex, tú, porque creo que en Almería al principio de la semana leí que...

Sí, en Almería llovió un poco el domingo por la tarde, entonces se suspendió una.

De las cuatro que salían el domingo solamente se suspendió una.

Y ya el único día que volvió a llover fue el martes, que se lo he contado a Gonzalo antes.

Había sol y de repente empezaron a caer gotas de tierra.

Vale.