
Santa Misa del domingo 5/10/2025, Iglesia de María Virgen Madre

Description of Santa Misa del domingo 5/10/2025, Iglesia de María Virgen Madre
Misa desde la Parroquia María Virgen Madre, de Madrid, celebrada por los sacerdotes Franciscanos de María.
Los videos de las homilias y de la misa diaria se encuentran en www.magnificat.tv, en el enlace bit.ly/MisaDiaria
Cuenta Oficial de los Franciscanos de María - Misioneros del Agradecimiento.
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En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo esté con todos vosotros.
Bienvenidos queridos amigos a esta Eucaristía dominical.
Hoy además es un día importante para los sacerdotes religiosos que dirigimos la parroquia porque celebramos también la fiesta de San Francisco de Asís, uno de nuestros patrones y pilares fundamentales de nuestra espiritualidad.
Por lo tanto, hoy venimos también a dar gracias a Dios porque Él se ha servido de distintos instrumentos para que podamos seguirles, de distintas personas que nos ayudan a encontrar el camino que tenemos que seguir para amar más a Dios con todo nuestro corazón.
Pues nos preparamos para celebrar la Eucaristía reconociendo con humildad que somos pecadores pero alevad a la vez con la confianza del Hijo que se sabe querido por sus padres.
Guardamos un momento de silencio.
Ayúdanos a superar nuestra incredulidad.
Señor ten piedad, queremos creer en ti.
Cristo ten piedad, aumentanos la fe.
Señor ten piedad, Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos.
Te damos gracias Señor Dios Rey Celestial.
Dios Padre todopoderoso, Señor Hijo único Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre, tú que quitas el pecado del mundo, te en piedad de nosotros.
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestras súplicas.
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, te en piedad de nosotros.
Porque sólo tú eres santo, sólo tú Señor, sólo tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre.
Amén.
Oremos.
Dios todopoderoso y eterno, que desbordas con la abundancia de tu amor los méritos y los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia para que perdones lo que pesa en la conciencia y nos concedas aún aquello que no nos atrevemos a pedir.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Lectura de la profecía de Ababu.
Hasta cuándo clamaré, Señor, sin que me escuches? Te gritaré violencia sin que me salves? Por qué me haces ver desgracias, me muestras trabajos, violencias y catástrofes, surgen luchas, se alzan contiendas? El Señor me respondió así.
Escribe la visión, grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido.
La visión espera su momento, se acerca su término y no fallará.
Si tarda, espera, porque ha de llegar sin retrasarse.
El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.
Palabra de Dios.
Que alabamos, Señor.
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón.
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón.
Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la roca que nos salva.
Entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos.
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón.
Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, Creador nuestro.
Porque Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que Él guía.
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón.
Ojalá escuchéis hoy su voz, no endurezcáis el corazón como en Meribah, como el día de Masá en el desierto, cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras.
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón.

















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