
Santiago Rodrigo: “Emprender en China con la UPM ha sido una experiencia única”

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El protagonista de este nuevo episodio es graduado en Ingeniería Informática y cofundador de la empresa FLUVIQ, una startup que emplea IA para optimizar el uso del agua en la agricultura. Nos ha contado cómo un sueño se convierte en realidad gracias al programa de incubación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Xiji Incubator.
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Somos UPM, el podcast random de la Universidad Politécnica de Madrid, con Ana Espejo. ¿Qué tal? Bienvenidos, bienvenidas un día más a Somos UPM, el podcast random de la Universidad Politécnica de Madrid.
En este nuevo episodio vamos a hablar de emprendimiento, de sueños, de alcanzar metas y de apuntar lejos, muy lejos, nada más y nada menos que hasta China, porque allí es donde se ha gestado la startup de nuestro invitado, que es Santiago Rodrigo, graduado en Ingeniería Informática por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Informáticos de aquí, de la UPM, y también, actualmente, investigador visitante en el MIT, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Santiago, un placer tenerte por aquí. Muchas gracias a vosotros por la invitación. Bienvenido. Decíamos que vamos a hablar hoy mucho de emprendimiento y de mirar lejos, de mirar a China, ni más ni menos, porque allí es donde se ha gestado tu proyecto empresarial, el tuyo y el de tu socio Daniel.
Cuéntanos, se llama Fluvik, cuéntanos en qué consiste esta empresa. Eso es, pues lo que Daniel y yo hicimos en China desde este febrero son unos dispositivos, unos sensores, más o menos así, que se claman en el suelo, se usan en el campo, en agricultura, pero también en parques urbanos, en campos de fútbol, de golf, para medir la humedad que hay en el suelo y con eso optimizar el uso del agua, saber cuándo hay que regar, cuándo no hay que regar, para optimizar este recurso tan tan valioso. O sea, en definitiva es un poco universalizar ese recurso tan importante que es el agua para los agricultores, aunque, bueno, independientemente de sus recursos tanto técnicos como económicos, imagino. Eso es.
Tanto Daniel como yo tenemos un background agrícola, sabemos muy bien cómo funciona, sobre todo en España, y sabemos que uno de los principales retos que tiene los agricultores es que la tecnología es muy complicada de usar. Muchos técnicos, gente con conocimiento, expertos, que no es tan sencillo detener en zonas rurales, y además las soluciones actuales son extremadamente caras, lo que hace que no se use tecnología.
Es algo que nos choca muchísimo que el siglo XXI, vaya el agricultor, siga yendo el agricultor, nuestros padres, nuestros abuelos, miren el campo y digan, bueno, pues parece que está seco, vamos a regar, o es suficiente, vamos a dejar de regar, ¿no? Ya vamos regando una semana. No es algo óptimo para el siglo XXI.
Claro. O sea, son los sensores en definitiva que te dan una serie de información para ver qué cantidad de agua tienes que utilizar o no.
Eso es. Mezclamos los datos de los sensores con datos del clima, de cómo va a llover pronto, si va a llover pronto, información de imagen satelital para predecir con algoritmos de IA y decir de forma muy muy sencilla a los agricultores qué deben hacer. Claro. ¿Y cómo surge esta idea? ¿Por qué, no sé, teníais en mente ese entorno rural? Bueno, pues yo al final vengo de un pequeño pueblo que es Tierra Mancha, de Miguel Esteban, en Toledo.
Toda mi familia se ha dedicado toda la vida a los viñedos y a los olivos, y es un problema que me he puesto muy muy de cerca. Cómo el impacto que tiene la falta de tecnificación en el campo rural, en el mundo rural, no solo en España, que también, sino alrededor del mundo, sobre todo en zonas también en desarrollo.
Entonces, pues la oportunidad de emprender, además en China, que ahora hablaremos un poquito por qué en China, y hacer este proyecto realidad, pasar de una idea a un producto de verdad que se puede fabricar, pues ha sido una oportunidad increíble. Claro. Y precisamente eso, nos vamos, miramos ahora a China, porque esta startup se ha gestado en Qiyi Incubator, que es el programa de incubación de empresas de la Universidad Politécnica de Madrid, que, bueno, pues permite desarrollar estas ideas de negocio en unos centros de innovación tecnológica, bueno, pues digamos los más importantes de la región Asia-Pacífico. ¿Cómo ha sido esa experiencia, esa oportunidad? Pues la verdad es que fue una experiencia única. Al llegar había muchísima incertidumbre. Al final nos estamos mudando a China, es un país que desde fuera se ve muy cerrado, y la verdad fue una experiencia muy muy divertida.
Llegamos sin saber muy bien qué iba a pasar, pero muy muy rápido, sobre todo con la ayuda de la UPM allí, con todos sus contactos, su network. Empezamos a trabajar muy rápido, visitamos fábricas, partners, para empezar a ver cómo fabricar los sensores físicos que diseñamos allí. Tuvimos mucha suerte, porque a los dos meses más o menos conseguimos formar un acuerdo con Microsoft. Estuvimos trabajando en sus ciencias de China, con sus ingenieros varios meses, nos dijeron instalaciones, recursos, fue increíble.
También conseguimos cerrar un acuerdo con el EIT, es una entidad europea que se basa en partnership para que nos ayudes a hacer pilotos, para acelerarse la startup. También nos ayudó muchísimo y la verdad que aunque estuvimos solo cinco o seis meses en Asia, en China, avanzamos muchísimo. Fuimos prácticamente con ideas y conceptos y prototipos muy pequeñitos, y seguimos allí con un producto funcional que ya está en algunos pilotos.
O sea, ha sido un trampolín de lanzamiento, ha sido una buena experiencia. Sí, ha sido una experiencia única, tanto profesional, porque el producto al final se ha podido hacer en tan poco tiempo, pero también a nivel personal, porque, claro, mudarse a China, a vivir a China, es una experiencia que yo no habría vivido en la vida si no llevase por eso. Claro, a nivel empresarial decíamos que es un poco el trampolín, y a nivel también personal, supongo que es una gran experiencia también, imagino. Sí, ha sido un cambio total, entender cómo funciona la cultura allí, la economía allí.