¿Se puede volver a la rutina sin pelear en pareja?

Hola, bienvenido a un nuevo capítulo de cómo resolver tus problemas de pareja.

Si quieres comenzar una relación, mejorar las cosas con tu pareja actual o si lo que quieres es pasar página, aquí vas a encontrar los mejores consejos.

Estás escuchando en emocioteca.com a Mercedes Cobo.

Antes de empezar quiero avisarte de que este episodio incluye un par de minutos de publicidad al inicio.

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Muchas gracias por comprenderlo y por el apoyo que aportas continuamente aquí, a este podcast.

Y vamos allá con el tema de hoy.

Mira, septiembre tiene esa manía de ponernos frente al espejo.

En vacaciones todo parece más fácil.

Descansamos, hay menos prisas, menos relojes y hasta las discusiones parecen desaparecer, ¿a que sí? Pero llega este mes y nos damos cuenta de algo incómodo.

Lo que no habíamos solucionado antes de vacaciones sigue exactamente igual, ¿dónde lo dejamos? Las tareas, los horarios, los niños, el trabajo acumulado… todo vuelve a caer sobre nosotros y con ello, ¿qué vienen? Pues los mismos reproches de siempre.

Y entonces aparece ese miedo de fondo.

Y si nuestra relación se está desgastando y no nos estamos enterando, ha llegado el momento de compartirte el mensaje que te decía al principio.

Desde Lidl quieren que os contemos qué es lo que vale realmente la pena.

Y todos sabemos que lo que de verdad importa está en las cosas sencillas, tenerlo todo sin tener que renunciar a nada, darte un capricho sin sentirte culpable o tener tiempo para ti cada día.

Porque vivir sintiéndote bien contigo mismo vale la pena.

Descansar, compartir una comida sin mirar el reloj, reírte fuerte, abrazar sin prisa, tener a los tuyos aunque sea un ratito… eso también vale la pena.

Y claro, también vale la pena disfrutar de una buena comida, de lo fresco, lo sabroso, lo bien hecho, de eso que dices, esto sí merece la pena.

En Lidl lo saben, por eso eligen la calidad sin renunciar a la cantidad, cuidan cada producto y a sus proveedores, y todo al mejor precio.

Hay que ayudarte a vivir mejor, a llenar tu mesa sin vaciar tu bolsillo, poder cocinar para ti despacito, pero con buena letra, y a disfrutar cada pequeño gran momento, es algo por lo que comprar en Lidl, Lidl vale la pena.

Y ahora volviendo al tema que nos traemos entre manos, lo que duele no es solo discutir por quién hace la compra o quién recoge la cocina.

Lo que duele es pensar, ¿y si cada septiembre es lo mismo y acabamos apagándonos del todo? Por eso hoy quiero hablarte de cómo volver a la rutina sin que la relación se convierta en un campo de batalla.

De cómo poner palabras a esos miedos que aparecen en septiembre y sobre todo, de qué podéis hacer para que la rutina no os separe, sino que os ayude a seguir siendo equipo.

Te pongo un ejemplo, María y David vuelven de vacaciones, a los pocos días ya están discutiendo por la compra, por quién recoge o por quién llega más cansado.

Lo que en realidad teme María no es solo que David no compre pan, lo que teme es que este ciclo se repita una y otra vez, que la rutina se convierta en un eterno desgaste y que poco a poco se pierda la ilusión de estar juntos, la chispa.

La rutina en sí, ya sabes, no es el problema, lo que desgasta es no saber adaptarnos juntos a ella.

Te voy a dejar una clave muy importante, establecer microacuerdos visibles, por ejemplo.

No se trata de ser perfectos, sino de no vivir recordándonos todo, dividir responsabilidades semanalmente, revisar juntos la agenda los domingos.

Son ejemplos.

Aplicado al caso de María y David, fíjate, deciden anotar en un calendario quién se encarga más.