"Se vio a la lechuza volar" en La Mañana de Herrera en Cope con Luis Iglesias. Hoy la idiosincrasia de los pueblos

92.2 FM. Cope Pinares. Pues es cierto, seguimos aquí en Cope Pinares y queremos en los próximos minutos charlar un ratito, que siempre nos gusta, pues con Luis Iglesias, con lo que llamamos aquí el se vio la lechuza volar, es la sección, aunque bueno pues luego le llamamos la lechuza, el vuelo de la lechuza, de tantas y tantas maneras. Ya está Luis por aquí, buenos días. Luis, ¿cómo estamos? Creo que la lechuza anda un poco preocupada porque se está demorando la primavera.

Sí, sí, ya me lo imagino. Y te iba a preguntar, en estos días no sé si vuela abajo como el grajo también la lechuza o anda batiendo potentemente sus alas, como siempre. Está que no sabe qué hacer, está un poco desesperado. Ayer nos cayó una lluvia de polen de los plátanos, tremenda, tremenda, se puso todo perdido, las calles y tal, y luego ayer estuvo estagranizando así a ratos.

La lechuza anda que no sabe si cortarse las venas o dejarse las labios. Anda como el clima, que está un poco torcido y como la sociedad en la que vivimos que también es para echarnos de comer aparte, pero bueno. La sociedad la vamos a dejar un poquito al margen, porque bastante tenemos así descansamos. No, volveremos, claro. Siempre hay que volver al Tajo, a la caña.

Pues vamos a hablar de instituciones populares, de la idiosincrasia del pueblo.

Sí, yo siempre le doy vueltas a esto. En el ejército lo hacía en la última unidad en la que estuve destinado, porque decía yo a un jefe, a mi último jefe, que nosotros éramos pasajeros simplemente en el batallón aquel, y que los otros, los que hacían la idiosincrasia, eran otro tipo de gente que llevaba más tiempo allí, que se conocía todos los recovecos y todo.

Entonces a esto, volándolo al pueblo, pues yo hablo de la idiosincrasia de un pueblo que no son precisamente o necesariamente los grandes edificios, la plaza real, la iglesia, el castillo, la estación, sino que es la propia gente, porque esas instituciones van a estar siempre, sean reformadas o no, van a estar siempre. Yo creo que el propio pueblo es la gente que va haciendo bandera dentro y fuera de él, y que son la médula.

Sí. Al final, como tú dices, se puede identificar a un pueblo por un castillo, por ejemplo, o por su iglesia, pero luego el carácter de la gente va a ser el que va a definir, pues este pueblo es así, o esa sala, ¿no? También se puede ver así.

A veces viene gente a vivir aquí, a San Martín, y como tengo la costumbre esa de entrar en la conversación con cualquiera, que me parece, yo estoy encantado, pero siempre pregunto, ¿te has integrado bien en el pueblo? Hay gente que es más precavida, los franceses son muy precavidos a la hora de hacer amistades, son lentos y hacen unas amistades muy forjadas, ¿no? Y nosotros somos muy impulsivos, entonces me dice uno cualquiera, sí, sí, ya está muy bien y tal, y luego te das cuenta de que no entiende, no entiende la idiosincrasia del pueblo, cómo funciona esto, cómo funciona la gente, ser amigo así. Si te conocen de aquí de niño, de vista, pues sí, pero uno que venga de fuera a querer institucionalizarse, pues es algo que requiere su tiempo, ¿no? Y también su adaptación de entenderlo.

Yo aquí hablo de instituciones que no son tales, sino que forman parte del pueblo, y yo tengo apuntados aquí algunos escritos, relatos de muchas de ellas, como por ejemplo el grupo de Jotal, que fue una culpable margarita en la ciudad de Grano, que está en la memoria de todos. Está el año musical, que se pasa el año del itango al pueblo, fiestas en cualquier evento, ¿no? La asociación Kurmanarbe, por ejemplo, que lleva ya muchos años asociación de mujeres, ahora hay otra que es joven, la de mujeres en igualdad, y acabará también haciendo historia, si no se convierte en una sola asociación de mujeres, pero bueno, ahí están haciendo también su propia historia.

El club de lectura, los veteranos de fútbol, los de la petanca, que llevan pocos años y sin embargo se han hecho un hueco aquí fenomenal, fulminante diría yo, y además se lo pasan estupendamente bien.

Y menciono algunas más, el club de lectismo, que además tiene un apellido, digamos, noble en cuanto al lectismo nacional, de las lanas, y luego las hermandades que también conforman buena parte de la idiosincrasia del pueblo.