Semana del Libro: Teatro, magia, música y cine en la Casa de Cultura de Santoña con Eneko Echevarrieta 21/04/2025

Es ya el 21 de abril y, por lo tanto, hoy comienzan los actos de la Semana del Libro. Además, la Sala Víctor de los Ríos acoge una actividad de cuentacuentos a cargo de Eneco Echevarrieta. Él es maestro de primaria, que ha dado la vuelta al mundo en bicicleta durante más de siete años y que cuenta con formación teatral y cinematográfica.

Y él va a presentar hoy la historia espacio, que aúna teatro y cine, incluso magia. Pero mejor que nos lo hable y nos lo cuente el propio Eneco, que está con nosotros aquí en Radio Santoña. Eneco, ¿cómo estás? Muy buenos días. Muchísimas gracias por acercarte a la radio. Me quedo con esa vuelta al mundo que has hecho en bicicleta.

Para mí es una de las cosas más llamativas de la presentación de ese espacio que vas a compartir hoy con los niños y niñas de Santoña. ¿Cómo es eso? Cuéntanos, ¿qué te impulsó a coger la bicicleta y pedalear durante más de siete años? Bueno, pues va todo relacionado. Yo hice magisterio y cuando terminé la carrera y tenía que empezar a trabajar a una escuela y a encargarme de ese trabajo, pensé que antes de empezar a trabajar estaría bien tener una experiencia un poco vital, si quieres llamarle.

Y la idea era recorrer Europa en bicicleta, pasar cuatro meses por Europa. Es lo que planifiqué en casa, cuatro meses por Europa. Mi idea era llegar a Estambul y regresar. Y bueno, pues la verdad que entré un poco en el cuento de Alicia en el País de las Maravillas, que entra en el túnel y empieza a girar todo.

Y tuve esa experiencia fantástica. El primer viaje fue cuatro años dando la vuelta al mundo en bicicleta. Luego hubo otro, pero sí.

En total como más de siete años has estado subido en la bici prácticamente.

Sí, porque como te cuento, tardé cuatro años en dar la vuelta al mundo. Lo que pensaba que iban a ser cuatro meses, lo convertí en cuatro años. En el viaje conocí a mi pareja, a Miyuki, una chica de origen japonés que vivía en Brasil. Y luego estuvimos otros tres años y medio recorriendo Sudamérica en un tándem.

Eso fue totalmente improvisado, ¿no? Algo inesperado que te encontraste durante el viaje. El viaje fue un generador de cosas inesperadas. Porque claro, imagínate, es coger una bicicleta e ir avanzando hacia el este, hacia oriente. Cada día es distinto, va recorriendo culturas distintas, vas conociendo todo el tiempo gente diferente.

Entonces el viaje me iba ofreciendo de todo y me dio ese colojo. Un viaje improvisado, pero claro, pasarías tiempo hasta planear un viaje de estas características. Algo así no se planifica en un día, ni de un día para otro. Pero bueno, como te digo, fue también algo inesperado en ese sentido, en la longitud. Porque bueno, sí que preparé un viaje de cuatro meses por Europa, que era la idea original. Bueno, salí de casa y luego ya me di cuenta de que, bueno, también yo creo que lo más importante en este tipo de viajes es cómo lleves la cabeza, ¿no? Cómo la tengas.

Y bueno, pues bueno, ya te digo. O sea, llegó un momento, salí de... Yo soy, bueno, soy de Vitoria. Salí de Vitoria con destino a Estambul. El primer mes fue complicado, pues porque no tienes experiencia y te van ocurriendo cosas.

Y por supuesto no todo es agradable. Pero bueno, superando ese primer mes, el resto, bueno, pues ya me cargué de energía. Fui conociendo gente que me cargaba las pilas permanentemente. Y al final llegué a Estambul y continué por Irán, Pakistán, la India, Japón, Australia. Es un reto personal, pero también un reto físico, ¿no? ¿Cómo se afronta durante el viaje en bicicleta el estar físicamente bien para pedalear tantos y tantos kilómetros durante tantos años? Sí, pero es parte del viaje en el sentido también de que, bueno, tu cabeza pues digamos se va mueblando, se va formando y vas aprendiendo un montón de cosas.

Y el cuerpo hace un poco lo mismo, ¿no? Aunque no está acostumbrado y sales pues un poco despistado. Pero bueno, al final me di cuenta que el mismo viaje me servía de entrenamiento. Yo hacía los kilómetros… La mente y el cuerpo se van fortaleciendo a medida que vas haciendo viaje. Sí, sí. De hecho, bueno, también hay que entender que era un viaje que no me acompañaban una furgoneta con el que lo tenía que llevar yo todo conmigo, ¿no? Era en principio en solitario, aunque bueno, me encontré con mucha gente durante el viaje. Pero bueno, esa bicicleta pesaba más de 50 kilos.