Senderos Jacobeos: Cartas del corazon. Carta 15 "Eco del Silencio". Fray Paco Castro

Senderos jacobeos una vez me dijo un peregrino el camino da más de lo que recibe meditaciones para el camino de la vida un programa conducido por fray paco castro aquí comienza a ascender jacobeos un programa presentado y dirigido por raúl fernando gómez la vida en palabras cartas del corazón carta número quince el eco del silencio el alma es una profundísima y anchísima soledad inmenso desierto que por ninguna parte tiene fin san juan de la cruz hay momentos en la vida en los que una persona necesita reencontrarse consigo misma más allá del ruido y del ajetreo del mundo creando un espacio sagrado para el silencio del ser que necesita respuestas o simplemente recargar las pilas para seguir adelante en el arte de vivir en el fragor de los trabajos las luchas y los desvelos cotidianos personalmente mi isla desierta a la que me fugó cuando el corazón me lo pide es la naturaleza misma la montaña el bosque el mar o incluso las ruas vetustas de mi ciudad del alma lo cierto es que la naturaleza me atrae de tal manera que lo vivo casi como un irresistible romance de modo que cuando se me brinda la oportunidad salgo al encuentro reencuentro mejor de la naturaleza mi santuario sagrado en el que me siento más yo mismo con mis convicciones mis dudas y esperanzas con todo lo que soy y llevo dentro de mí incluso cuando la tierra en la que vivo vuelve la espalda al sol en la noche suelo otear en el horizonte celeste el tenue resplandor de las estrellas que me transmiten ya desde niño una gran serenidad recuerdo que de adolescente salía a la montaña hasta coronarla para poder contemplar sin luces intermedias la siembra de estrellas de la vía láctea de día mi gozo profundo se convierte en una fiesta de formas y colores de olores y sabores la naturaleza es siempre pedagogía que muestra nuevos caminos bálsamo que sosiega y alivia dolores laboratorio en el que el ser humano se prueba en la humildad más profunda la de ser y sentirnos parte minúscula en el gran campo de la creación quiero compartir contigo en la medida en que las palabras siempre limitadas lo permitan algunas de las emociones que he sentido en alguna ocasión al contemplar un paisaje es más al sentirme parte de la naturaleza que nos constituye y en el marco de la cual hemos de luchar por hacer éxitos a nuestra interpretación del papel que nos ha tocado desarrollar porque en esencia como intuyó hace siglos el gran dramaturgo vivimos en el gran teatro del mundo si cierro los ojos y me dejo llevar por el recuerdo puesto al servicio de la hermosura y de la emoción evocadora de plenitud me traslado a un lugar recóndito al que hay que ir expresamente que conocí hace muchos años y que se ha quedado impreso en la geografía de mi alma su nombre es fuertemente evocador de algo que me falta que deseo y trato de encontrar en mi vida me refiero al valle del silencio el bierzo león qué es un fértil valle entre grandes moles rocosas en el que el silencio casi se puede tocar con las propias manos en cierta ocasión coincidiendo con el otoño y la llegada de las primeras nieves decidí acercarme a este paraje natural recóndito para poder saborear allí el silencio según llegue apearme del coche