El séquito de Hitler: Eva Braun

3 de junio de 1944, la residencia privada de Hitler en Bavaria, se celebra una boda.

El novio era un miembro de las SS, la novia Gretel Braun, hermana de Eva Braun, la amante de Hitler. Eva Braun organizó la fiesta y su hermana tuvo todo aquello con lo que había soñado. No soy la señora Hitler. ¿Por qué no soy la señora Hitler? Eva era aún una amante escondida entre las sombras.

Tres días después de que se grabaran las imágenes, las fuerzas aliadas llegaron a Francia. Hitler abandonó el Obersalzberg por su propio bien y Eva Braun fue tras él.

Para entender a la corte nazi al completo, es necesario entender a Eva Braun.

Hitler y sus confidentes más cercanos, cómplices del criminal del siglo.

Amistades e intimidades, luchas por el poder y celos, que movía a las personas más cercanas al dictador. El séquito de Hitler. Eva Braun.

Las nuevas cámaras de cine lo hacían todo posible. Los cineastas aficionados hicieron la crónica de su vida cotidiana en los años 20. Una de ellas era una joven de Munich, Eva Braun. Los soldados estadounidenses descubrieron más de cinco horas de grabación una vez terminada la guerra. Mostraban la vida de una mujer aparentemente feliz que formaba parte del círculo íntimo de Hitler en los Alpes bávaros.

Sin las fotos y películas de Eva Braun en el Obersalzberg, ni siquiera sabríamos qué puesto ocupaba allí. Porque no lo sabemos por los testimonios escritos.

Las películas eran mudas y revelaban poco sobre el verdadero papel de Eva Braun. ¿Era una víctima o una culpable? ¿Qué sabía? ¿Influía en las decisiones políticas? A finales de los años 20, Alemania atravesaba una crisis económica mundial. Había millones de parados. El Partido Nacional Socialista seguía siendo un partido de derecha radical ridiculizado por muchos, con unos resultados electorales inferiores al 3%. Eva Braun tuvo suerte de encontrar trabajo como ayudante de laboratorio fotográfico en Munich. Su jefe, Heinrich Hofmann, era nazi y fotógrafo personal de Hitler. Estaba autorizado a fotografiar al líder del partido en sus mítines.

No sólo se adentraba en una nueva carrera profesional, sino también en un mundo completamente nuevo del partido nazi. No tenía ninguna experiencia política. Tampoco tenía mucha experiencia con el tipo de persona que conoció allí, Heinrich Hofmann. Así que era maleable y Hitler se hacía cada vez más conocido y prominente.

Debió de ser increíblemente emocionante y fascinante para ella. Eva Braun procedía de la clase media y creció en Munich como la segunda de tres hermanas. Su prima recordaba como el encanto de Eva le facilitaba las cosas. Tenía a todo el mundo a sus pies. Creo que le resultó fácil superar sus estudios sin tener que esforzarse mucho ni destacar.

Era demasiado encantadora. Eva Braun tenía 17 años cuando conoció a Hitler en el estudio fotográfico de Hofmann. Más tarde le contaría a su hermana Ilsa que Hitler, de 40 años, la devoraba siempre con los ojos mientras cenaban juntos. Parecía que a Hitler le gustaba estar con mujeres mucho más jóvenes. No sólo por lujuria sexual.

Parecía como si fuera casi un factor de control. Le gustaba tener dominio sobre ellas. Él quería a alguien a su alrededor que lo admirara, que fuera servil y que no interfiriera en su vida, que no pusiera obstáculos en su camino. Después de la guerra, Maria Reiter, conocida como Mitzi, contó que también tuvo una aventura con Hitler cuando era menor de edad en su casa.