Sergio Leandro: Sueño y vigilia del salmista

Desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, transmite MQR, MQR, www.masqueunaradio.com.ar Vuelve a girar la cinta de Moebius, esa cinta del movimiento constante, algo así como el afán del hombre por construir su cultura, su identidad.

Comenzamos a girar en esta cinta de Moebius de todos los jueves en Buenos Aires.

¿Cómo estás, Lidia? ¿Cómo te va? Más o menos, frío, bárbaro.

Igual, estamos todavía en el invierno.

Parecía que se iba, pero volvió.

Falta todavía, falta, falta. Falta un tramo del invierno.

Y ahí estamos, es el primer jueves del mes.

Es el primer jueves del mes.

O sea, el primer jueves del mes tenemos una visita posta.

Exacto, tenemos una editorial que nos visita.

Una editorial que nos visita los primeros jueves de cada mes.

Hemos querido convencer otras editoriales, pero solo conseguimos colaboraciones esporádicas.

Acá, al pie del cañón, solamente Bernacle.

Exactamente, exactamente. Así es, así es.

Siempre juntos sus poetas.

Claro, sí, sí. Otras editoriales vienen de vez en cuando.

Bernacle viene...

La postanza es siempre regalar una flor.

O una nuez.

O una nuez.

Ya llega el momento de los anuncios.

Bueno, y hoy nos acompaña también Sergio, Sergio Leandro, que nos ha acompañado ya en el programa.

Otras oportunidades.

Exactamente.

Bueno, Sergio Leandro, nacido en la ciudad de Cienfuegos, en Cuba, publicó los poemarios Álito, Un paseo entre las tumbas, en formato digital, y recientemente el libro del que nos vamos a ocupar hoy, que se llama Sueño y Vigilia del Salmista.

Bueno, acá el editor aquí presente, Alberto Cisneros, dijo sobre el libro Sergio Leandro, Un Sueño y Vigilia del Salmista, presenta un lirismo que la época no estila.

Mediante un trabajo artesanal y certero, con el lenguaje y, acaso, lo más importante, todo esto lo realiza con ritmo y belleza.

Es decir, con un sentido literario y musical.

A partir de un motivo clásico de alabanza e introspección.

Bienvenido, Sergio Leandro Moebius, en la radio.

Buenas noches, Lidia Gerardo, Alberto, encantado de estar acá.

La verdad que muy contento y quiero empezar diciendo que estos son tiempos difíciles.

Se pueden palpar inmediatamente en la vida cotidiana, en las cosas de todos los días.

Estamos atravesando un momento, la verdad, un tanto arduo.

Y yo quiero rescatar el trabajo que ustedes hacen.

Porque la verdad que sostener un proyecto en el tiempo, llevarlo con esta calidad y con esta calidez, es algo meritorio y quiero destacarlo.

Y también quiero destacar el trabajo que hace Alberto y la gente que lo acompaña en la editorial, porque vale la pena.

Son tiempos difíciles y tanto ustedes como Alberto, que conozco el esfuerzo, hacen una tarea para el bien.

Hacen una tarea para el bien.

Ustedes comparten algo que es para el bien de la gente.

Así que eso es muy rescatable y quiero empezar diciéndolo.

Muchísimas gracias, Sergio.

Es algo que uno hace por pasión.

Creo que en el caso con Alberto coincidimos en esto.

Nos apasiona la poesía.

Y eso hace que tanto Alberto tenga su editorial como nosotros el programa.

De alguna manera compartimos.