
Sex and/or Mr. Morrison, Carol Emshwiller. Mujeres en la Ciencia Ficción

Description of Sex and/or Mr. Morrison, Carol Emshwiller. Mujeres en la Ciencia Ficción
La atmósfera del relato escrito en el año 1967 y narrado en primera persona es bastante intensa desde un primer momento. El oyente puede experimentar un intenso malestar ante la insistencia de la protagonista de hablar con el Sr. Morrison, como si algo realmente no anduviese bien.
Reestrenamos Sexo y/o el Sr. Morrison con sonido mejorado.
Sin duda tiene unas extrañas afectaciones por el Sr. Morrison que se acentúan cuando decide allanar la morada de este. Para más inri cuando el Sr. Morrison vuelve a su apartamento ella se esconde allí para verlo hacer...sus cosas de solterón. Y todo esto contado con un tono bastante neutro, como si fuera lo más normal del mundo oler camisas usadas y comer queso bajo un escritorio.
En varias ocasiones hace pensar en que tenemos un narrador no fiable, pero luego sucede que la autora Carol Emshwiller le da la vuelta al relato y todo lo que teníamos preconcebido se viene abajo, desencadenando un sentimiento de repulsa y horror aún mayor que ver a una criatura obsesionándose de tal forma con el vecino de arriba. Hay una mezcla de ciencia ficción, terror y fantasía...
La narradora experimenta hacia el esquivo Morrison una fascinación creciente, y esta fascinación muy pronto deja el terreno de lo previsible: Deténganse a pensar sólo una cosa. Hay solamente dos sexos y cada uno de nosotros pertenece a uno de ellos, y sin duda —o al menos es lo más probable— cada uno sabe algo acerca del otro. Pero pudo ser ahí en donde yo cometí mi error: ¿nunca han pensado ustedes...? Bueno, eso que yo comencé a pensar: ‘Ha de haber Otros entre nosotros’”.
La narradora se dedica, pues, a encontrar el rastro de los Otros, es decir de aquellos que viven escondidos o camuflados, precisamente porque no son ni hombres ni mujeres y tampoco lo que eufemísticamente se llama “tercer sexo”, porque esto, en última instancia, sólo se entiende como una combinatoria de los otros dos sexos/géneros (ya el mero hecho de llamarlo “tercero” es confirmar la regla de los “dos” y mantenerla precisamente como paradigma, ley binaria, mandato divino, dogma, estereotipo, etcétera). La narradora de este cuento sospecha, pues, que el señor Morrison no es uno de los “Normales” sino precisamente uno de esos silenciosos y obliterados “Otros”, un ser radicalmente distinto, humano pero otro, y cuya sola presencia (e incluso la mera hipótesis, la sospecha imaginativa) arroja una luz violenta sobre la exclusividad de los “dos” (la “exacta modularidad” queda cuestionada por un elemento supernumerario en la ecuación).
Dispuesta a jugarse el todo por el todo, la narradora se oculta en el apartamento de Morrison (ella es pequeña y delgada) y lo espera durante lo que parece una eternidad. Finalmente el individuo llega y pasado un rato se desnuda de espaldas a su trémula contempladora....
Juzguen ustedes mismos....
Carol Emshwiller ( 12 de abril de 1921) nació Agnes Carolyn Fries en Ann Arbor, Michigan, la mayor de los cuatro hijos de Charles y Agnes (Carswell) Fries. Al crecer, pasó varios años en Francia y Alemania mientras su padre, profesor de inglés y lingüística, estaba de año sabático. Se graduó de la Universidad de Michigan con una licenciatura en música en 1945, se unió a la Cruz Roja, ayudando a las tropas estadounidenses en la Italia de la posguerra, luego regresó a Ann Arbor para la escuela de arte. Se casó con su compañero estudiante de arte Ed Emshwiller en 1949. Juntos, asistieron a la Ecole Nationale Superieure des Beaux-Arts (1949-1950), recorrieron Europa en una motocicleta y finalmente se establecieron en Levittown, Nueva York, donde tuvieron tres hijos, en 1955, 1957 y 1959.
Emshwiller comenzó a publicar ciencia ficción a mediados de la década de 1950, después de que su esposo le presentara a personas clave dentro del género, quien se convirtió en uno de los principales artistas del género de la época.
En 1974, Emshwiller se convirtió en profesora asistente adjunta en la Universidad de Nueva York y publicó su primera colección de cuentos, Joy in Our Cause . Ella ha seguido publicando casi sin parar desde entonces. Sus novelas incluyen Carmen Dog (1998), The Mount (2002), Mister Boots (2005) y The Secret City.(2007). La también autora de ciencia ficción Ursula K. Le Guin la elogió como una "fabulista importante, una maravillosa realista mágica, una de las voces feministas más fuertes, complejas y consistentes en la ficción"; hasta la fecha, Emshwiller ha ganado un premio World Fantasy, un premio Philip K. Dick, dos premios Nebula y un premio World Fantasy por su trayectoria (en 2005). Desde la muerte de su esposo en 1990, ha dividido su tiempo entre la ciudad de Nueva York y Owens Valley, California.
Falleció a la edad de 97 años el día 2 de febrero de 2019.
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Ivoox originals presenta historias para ser leídas un podcast de ciencia ficción terror y fantasía dirigido por olga paraíso ficciones sonoras con los que podrás sumergirte en otra realidad sexo y o el señor morrison carola en spoiler existe una línea que separa una obsesión de algo que va más allá de una pasión exacerbada es un sentimiento que reconoce órganos y huesos que produce más agonía qué placer aunque tal vez no nos demos cuenta también es posible hallar placer en la agonía hay una mezcla de ciencia ficción y fantasía juzguen ustedes mismos podía ponerme el reloj en hora al escuchar los pasos del señor morrison en la escalera no porque fuera extraordinariamente puntual pero sí lo suficiente para mí más o menos las ocho y media mi reloj adelanta cada día que baja las escaleras tengo que retrasarlo diez minutos ocho o siete supongo que podría hacerlo igualmente sin él pero me parece una vergüenza desperdiciar esos fuertes pasos esos resoplidos y otras formas de perder energía que pone en práctica al bajar las escaleras de modo que cronometrado mi vida de acuerdo con ese golpetear mañanero podría decirse que bajaba a ritmo de funeral pero ello se debe a que el señor morrison es grueso y por ello lento en realidad comparado con la media es un hombre muy agradable siempre sonríe yo le espero abajo a veces mirando hacia arriba y a veces sosteniendo mi despertador en las manos sonrió con una sonrisa que espero no sea tan triste como la suya la cara de luna del señor morrison tiene algo de mona lisa no cabe duda de que tiene secretos estoy poniendo mi reloj en hora con usted señor morrison uy yo respiro fatigado o bueno se pasa la mano derecha por el estómago o usted va lo suficientemente en punto para mí parece que sostiene el peso del mundo o tal vez está aplastado por cien kilómetros de aire cuántos kilos de aire por centímetro cuadrado le deben corresponder no tiene la suficiente energía interna todos sus músculos se expanden como mermelada en el interior de su piel no tengo tiempo de charlar dice nunca lo tiene sale me gusta y me gusta su sentido de boston pero sé que es demasiado orgulloso para ser amistoso bueno orgulloso no es la palabra correcta es tímido en fin dejemos eso se volvió con una mueca de mal humor y luego me hizo un guiño como para suavizarla tal vez no fue más que una contracción nerviosa él debe pensar si es que piensa en mí de alguna forma que puede decirme ella y qué puedo decirle yo que puede ella saber que yo no conozca ya y así atravesó andando como un pato la puerta y ahora comienza el día en verdad hay bastantes cosas que yo pueda hacer normalmente pasó el tiempo en el parque a veces alquiló un bote remó un rato y alimento a los patos adoro los museos y están todas esas galerías de arte y los escaparates de las tiendas y si soy cuidadoso con mi presupuesto de vez en cuando puedo hacer algún gasto pero no me gusta estar fuera de casa después del regreso del señor morrison cerrará su habitación mientras estaba en su trabajo su habitación está situada directamente sobre la mía y él es demasiado grande para ser un hombre silencioso la casa gime con él y retumba cuando salta fuera de la cama el suelo cruje bajo sus pies incluso las paredes tiemblan