Sexo con El Profesor de Educación Fisica.

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Sexo con el profesor de educación física.

Como aproveche mis encantos para llevarme al profesor Fernando a la cama.

Como ya saben a mí siempre me ha gustado ser sexy y provocativa, que por donde vaya sea el centro de las miradas, que sea el objeto de deseo de los hombres que cuando me vean pasar me miren descaramente y me mogoseen, que deseen llevarme a la cama. Y más en mi adolescencia cuando tuve mi despertar sexual. El profesor Fernando era un tipo alto, hermoso de esos hombres que llaman la tesión donde llegan, tiene una energía que atrae a las mujeres de una manera tan natural que ni cuenta se da.

Cuando conocí al profesor Fernando fue de una forma muy extraña. Todo fue un día que fuimos a una tienda de ropa con mi amiga Jennifer y estábamos en la sección de ropa interior viendo gracies y tangas. Pues es mi hobby comprar ropa interior bien sexy y atrevida para deleitar a los hombres. Porque siempre sueño como me la quitan.

Y el profesor Fernando estaba cerca y como mi amiga Jennifer en plena adolescencia también era muy linda y yo también pues todas las miradas estaban sobre nuestra figura y más en mi que me vestía tan sexy y provocadora. Mi amiga Jennifer me estaba mostrando un conjunto de brasier y una tanga hilo y como les gustaba hablar de una forma pícara me decía, Lizet compraste este conjunto. Jajajajajaja pero lo miro y dijo, pero ni es tu talla y el brasier no te va a quedar con esas tetas tan grandes que tienes. Jajajajajaja y no y esta tanga tampoco porque esta tanga se pierde en tu culo. Y más se ría jajajaja con lo que me dijo yo me sonroje.

Vimos otras prendas y volteé mi mirada y el profesor Fernando estaba atento escuchando nuestra conversación pero se hacía el que no escuchaba. Nosotras no nos dimos cuenta que nos estaba escuchando. Nos sonrojamos y bajamos la voz, pero yo no pude dejar de mirarlo pícaramente porque me impacto su imponente presencia. Lo mire fijamente a la cara y me mordí los labios. Lo mire con tanto deseo que mi amiga Jennifer me pegó un puño y me dijo, oye reacciona. Jennifer me dijo, pero casi te lo comes con la mirada. ¿Le gusto o qué? Deja algo jajajajaja y se reía. Le respondí, no digas bobadas. A lo que Jennifer dijo, sí claro. Le dije a Jennifer, si él te vio fue a ti. A esto me dijo Jennifer, no mamita fue a ti.

Yo vi cómo te veía el culo y le respondía a Jennifer el culo. Me respondió, sí el culo. Jennifer me seguía molestando con el tema y me decía, te gustó verdad Lizette. Te hizo mojar la tanga jajajajaja y yo me sonroje y le respondí, ay es que estaba lindo cierto que uof. El profesor Fernando no se me salía de la cabeza, que solo pensaba en forma tan sutil y descarada que nos miraba a mi amiga y a mí. Pensaba y pensaba quien de las dos le gustaría mostrar más. Pocas veces en la vida me había encontrado con un hombre que me flechara así, que me hiciera mojar la tanga como me dijo mi amiga y la verdad si se me mojo jajajaja.

Para mi sorpresa llego a mi colegio y Jennifer se enteró y me dijo Lizette, Lizette si sabe quién es el nuevo profesor de educación física. Él le dije, ¿quién? Ese, ese que está allá, el que nos vio en la tienda de ropa y yo le respondí, el que nos vio comprar ropa interior. Si dijo Jennifer el que te gustó, jajajajaja se rió cuál que le gustó. Le dije, Jennifer me volvió a decir si casi te lo comes con la mirada. Le respondí, ¿a él no se escucho las bobadas que decías? A lo que Jennifer me dijo y que ese es el nuevo profesor de educación física. Yo le dije, no, pero para mis adentros me preguntaba será que es verdad. Pasó como una hora y el rector lo presentó en el salón donde yo estaba.

Fernando se presentó y todas esas cosas cuando llega un profesor nuevo al colegio. Muchas de mis compañeras quedaron en bobadas mirándolo y Jennifer me miraba y se reía. El profesor Fernando tenía 23 años para esa época, ay es que era tan lindo que uff. Se llegó el día de tener clase con nosotros y cuando me vio en el salón se sorprendió mucho, lo notó por la expresión de su cara, sentí que me miraba con deseo, me desmunaba con la mirada. Yo aprovechaba y le miraba con mi particular mira lasciva mira de putica estaba, tan feliz que me propuse tener sexo con él, no me importaba las consecuencias. Me gustó.