SFE 115 - Archivo BBC. Saturday Club (2).

Bienvenidos, mi familia de soñadores de fresas, a un nuevo episodio de nuestra serie Archivo BBC, el rincón donde rescatamos del tiempo las actuaciones más legendarias, y a veces olvidadas, de los Beatles en la radio británica. Aquí revivimos, con toda la emoción intacta, aquellos momentos en que John, Paul, George y Ringo se enfrentaban al micrófono con la energía vibrante de sus primeros años y la espontaneidad del directo más puro.

Esta colección especial es un contenido exclusivo para vosotros, los corazones que laten al ritmo de Strowberry Fields y que hacéis posible que esta travesía sonora continúe mes a mes. Normalmente, como ya sabéis, compartimos estos tesoros el primer viernes de cada mes, pero esta vez, mea culpa, mi cabeza seguía de vacaciones entre acordes y nubes y… se me pasó. Por eso, con un poquito de retraso, aquí lo tenéis. En el segundo viernes, pero con la misma pasión, mimo y gratitud de siempre. Este episodio es particularmente especial.

Nos trasladamos a un momento helado de 1963, cuando el invierno británico no sólo congeló calles, sino también gargantas, forzando a John Lennon a guardar cama y dejando a los Beatles momentáneamente como trío. Lo que ocurrió después es un testimonio de su entrega, resiliencia y genio musical en estado puro. Gracias infinitas por vuestro apoyo, que hace posible este viaje de rescate y emoción sonora. Aquí dejo un espacio como a costumbre para agradeceros uno a uno como os merecéis.

Poneos cómodos y cómodas, cerrad los ojos si os apetece y dejaos llevar por esta joya de archivo.

Nos adentramos juntos, una vez más, en el universo sonoro de los Beatles.

Imagina por un momento el invierno más crudo que puedas concebir. Un telón de hielo que se cierne sobre Inglaterra, blanco y silencioso, abrazando cada rincón del país con su fría tenacidad. Aquel comienzo de 1963 no era simplemente frío, era una amenaza para las voces, para los escenarios y para la música misma. Las cuerdas vocales de los artistas británicos temblaban, no de emoción, sino de gripe, congestión y agotamiento. Entre los damnificados de aquel invierno sin tregua estaba Helen Shapiro, que ya a finales de febrero se vio forzada a callar su canto.

Pero lo que nadie esperaba, lo que ni los más escépticos hubieran predicho, era que el mismísimo John Lennon, alma y nervio de los Beatles, también caería víctima de aquel mantuelado. Fue en la segunda semana de marzo cuando Lennon, abatido por un inmenso catarro, tuvo que guardarse en cama. John Lennon, el hombre que desafiaba la norma con una guitarra en las manos y una mirada entre cínica y visionaria, se convirtió en una sombra entre sábanas. Y así, contra todo pronóstico, los Beatles se transformaron en un trío. Un fenómeno insólito, un hecho que, de tan extraño, parecía casi ficticio. Ver a los Fast Four sin uno de sus pilares era algo que rozaba lo inconcebible. Pero el espectáculo, como siempre, debía continuar.