[Shortcast] AFR N° 437: Sobre Control Mental y Sectas

Hoy estamos llenos de historias de pavo chico, lo que me pasó en Asenka, les contaba que
hace unos días estuve dictando una charla introductoria a un curso de control mental
que me diera esa localidad, el mismo día que llego a Asenka y en las horas previas
a la conferencia, llega a mis oídos una oración que me resultó llamativa, hay distintas localidades
pueblos y ciudades del interior de la provincia de Entre Ríos, donde a mi me gusta a veces
tomar postura contra otros sistemas de control mental, no voy a hablar contra el sistema,
voy a hablar contra algunos dirigentes de otros sistemas, es decir que en el interior
de la provincia de Entre Ríos alcanza o ha alcanzado bastante predicamento en ciertos
pueblos y ciudades, la práctica del sistema de control mental internacionalmente conocido
como método Silva. Más allá de las bondades del método que las tiene, yo muchas veces
he hecho particulares objeciones a las técnicas, y recuerdo que un par de domingos atrás un
oyente se comunica telefónicamente conmigo y me decía que era lo que a mí no me convencía
de esos sistemas de control mental. Recuerdan ustedes que una de las cosas que yo puntualicé
en ese momento es lo que podríamos denominar como una especie de fanatismo de algunos instructores
de este sistema de control mental, para quienes lo único que sirve es lo que ellos hacen
y que además tienen un supino desconocimiento, una supina ignorancia de psicología, medicina
y un conjunto de disciplinas necesarias para el instructor de control mental, lo único
que saben es repetir de memoria el librito del sistema Silva de control mental.
Y Stanley Nassenkamp me comenta en distintas versiones que los practicantes y los instructores
de Silva de la zona habían prohibido expresamente a sus seguidores asistir a mi charla. Esto
por un lado es una inflación para mi ego, es un elogio, porque bastante molesto les
debo resultar, bastante peligroso debo resultar, para que de alguna manera me decreten o me
inscriban en el índex de las cosas que no pueden ser escuchadas u oídas. Pero por otro
lado me preocupa el hecho de que algunas personas realmente se hayan negado a asistir
a la charla por temor a las consecuencias, son palabras textuales de uno de ellos, merece
volumbre, por temor a las consecuencias, qué consecuencias, qué hace un grupo de control
mental Silva lo que fuere con quien aparentemente no obedece la política dictada a seguir.
Yo no sé si está bien la excesiva especialización en una escuela de control mental, pero si
estoy totalmente seguro que especializarse en demasía a veces converge o concurre a transformarse
en fanatismo. Pero cuando de pronto los dirigentes de un grupo de mentalistas, los instructores
de un grupo de mentalistas, se arrugan el derecho de prohibir a sus alumnos asistir
a otro curso, a otras reuniones de otros sistemas de control mental, estamos cayendo peligrosamente
en las orillas de lo que alguna vez tipificáramos como sectas. Porque sectaria es la actitud,
no la doctrina. Y hasta una disciplina científica o que merecería el rango de científica como
es el control mental, puede encarnarse en actitudes sectarias en algunos de sus practicantes.
Otros alumnos del sistema Silva del control mental, de los cuales de alguna manera aplaudo
por lo menos por su apertura mental, asistieron a Michorno. Mi pregunta es, ¿qué va a pasar
ahora en adelante? ¿Eso va a significar un cisma dentro de sus practicantes o quizás
más peligrosamente significará que algunos tomen represalias? Vaya uno a saber de qué
tipo, personales, sociales o mentales, sobre los otros. No me gustan las actitudes sectarias
y mucho menos dentro de un sistema de control mental que expandió internacionalmente, digamos
así.