¿Sientes Que Eres Menospreciada? - Ana Olondo

Vamos entonces con la palabra. Estaba leyendo la historia de Jacob, no sé, como que me metí por ahí y yo dije, bueno Dios, tú me quieres hablar de Jacob porque estaba ahí en el Génesis ensimismada con este hombre. Pero de pronto llegué a un versículo donde la primera frase como que saltó de la Biblia. Alguien le pasa algo así, ¿verdad? Cuando Dios habla así que algo como que conecta contigo y lo has leído mil veces y te sabes hasta la historia de memoria, pero hay algo, hay un mensaje del cielo que es para ti, tiempo y ocasión para recibir. Y esto está en Génesis 29, lo voy a leer en la nueva traducción viviente, que es como yo lo estaba leyendo. Dice así, Génesis 29, 31. Cuando el Señor vio que Lea no era amada, ¡wow! En la Reina Valera, esta es la nueva traducción viviente, pero la Reina Valera dice, era menospreciada. Y dice, le concedió que tuviera hijos, pero Raquel no podía concebir. ¡Wow! Esta primera frase, cuando Dios vio que Lea no era amada, vino y le sembró un hijo, tocó mi corazón. Para las personas que no conocen estas dos hermanas, son hermanas, hijas de Labán y Jacob, el esposo de las dos, era el primo, en verdad, Labán era su tío.

Y Jacob, sabemos la historia, que llega huyendo, a la tierra de Arán y allí encuentra a Raquel y se mega enamora de Raquel. Entonces Labán, un engañador como él, le dice, vas a trabajar siete años, porque él le dijo, bueno, no justo, llevas un mes trabajando conmigo, no te he dado salario, esto no es justo, ¿qué me pides? Y él le dijo, yo quiero a tu hija Raquel. Entonces le dije, ok, hacemos este acuerdo, tú vas a trabajar siete años para mí, yo te doy a Raquel. Pero pasan los siete años trabajando por Raquel, te lo cuento así rapidito, y ahí en la noche de bodas, le planta la lea. Él no estaba enamorado de la lea. Bueno, le planta la lea, cuando la mañana siguiente descubre con quién ha dormido, ¿qué me has hecho? Te voy a decir que el engaño siempre cosecha engaño, ¿verdad? ¿Qué me has hecho? Entonces él le dice, bueno, tranquilo, te voy a dar a Raquel, pero vas a trabajar otros siete años. Y así hay un matrimonio de un hombre enamorado de Raquel, pero que le han encasquillado una lea. No era costumbre en aquel tiempo que la menor se casara antes que la mayor, y lea era la mayor.

Y aquí llegamos a este versículo donde dice, cuando el Señor vio que lea no era amada, en aquella cultura tener un hijo era símbolo de bendición. Entonces la señal de que el favor de Dios estaba sobre lea y no sobre Raquel era que Raquel en aquella cultura, estamos hablando, sí, nadie se venga aquí con esto, en este momento lea era como la favorecida de Dios en este matrimonio porque es a la que Dios le envió el hijo. Y hoy quiero decirte algo que Dios me habló. Han pasado muchísimos años desde esta historia hasta el día de hoy, pero Dios sigue siendo el mismo ayer, hoy y por los siglos. Y cualquier injusticia que a ti te estén haciendo, Dios la ve. Y no solo la ve, Dios actúa en tu favor. Y el viviente que me ve, dilo, dilo conmigo, el viviente que me ve, están viendo todo lo que me están haciendo y va a actuar a mi favor, amén. ¿Cuántos lo creen? Esa es una palabra del cielo para ti hoy. No sé qué injusticias estás viviendo, no sé quién te está afrentando, pero hay un viviente que me ve. Yo me acordé de esto con la historia de Agar, recordamos Agar, también es una mujer que sufrió injusticias porque dice la Biblia que Sarai, Sara, nosotros la conocemos como Sara y Abram, ¿verdad? Pero en Abram, pero en aquel tiempo eran Sarai y Abram.

Entonces dice que Sara, vamos a llamarla Sara, que Sara le estaba dando un trato pues duro a Agar y en medio de esas injusticias que Sara estaba cometiendo, Agar en un momento escapa al desierto y ahí dicen una fuente, habrá sido un estilo de manantial en el desierto, ahí en el desierto se le aparece el ángel de Jehová, se le aparece Jesús y le dice Dios ha escuchado tu aflicción. Dios siempre ve y oye lo que hay en nuestro corazón. Dios ha escuchado tu aflicción y ahí le trae una promesa tremenda para el hijo que llevaba en el vientre porque en su desesperación esta mujer incluso había escapado embarazada. Entonces le dice, Dios trae una promesa tremenda para el hijo que tienes en el vientre y también para sus generaciones, acuérdate de esto. En Ezequiel dice que Dios juzga entre oveja y oveja. Aquí realmente había una injusticia muy grande de Sara, de Sarai contra Agar, pero realmente si investigamos en la historia Agar tenía mucha culpa de esto, porque cuando Dios le dio el hijo a Agar ella se enciende.