Signos vitales: obediencia

En el último sermón que yo prediqué nosotros iniciamos una serie que titulé signos vitales signos vitales y en esta serie que está basada en primera de juan veremos signos que indican que una persona tiene vida espiritual y vemos signos de que esa persona o cómo está la calidad de la relación con dios que tiene esa persona por medio de estos signos vimos que juan escribió esta carta de primera de juan con al menos tres propósitos en mente primero que tengamos gozo completo según nosotros vemos en el capítulo uno versículo cuatro segundo que no pequemos como vemos en el capítulo dos versículo uno y tercero que se sepamos que tenemos vida eterna como vimos en el capítulo cinco versículo tres y el primer signo vital que nosotros vimos en el sermón pasado fue la confesión todo aquel que tiene una relación real con dios dijimos en ese entonces que no vive negando el pecado en su vida no vive pecando la realidad de que es pecador y no vive negando la realidad de que él todavía peek más bien lo confiesa continuamente para entonces recibir el perdón don de dios en jesús se fue nuestro primer sermón ahora como vamos a ver la confesión no es el único signo vital de uno que tiene vida eterna por eso el título de esta serie son signos vitales no un signo vital no es solamente uno aunque estoy convencido que dios quiere que nosotros recordemos a lo largo de toda esta serie a lo largo de toda nuestra vida que un cristiano verdadero no va a negar el pecado en su vida sino que lo va a confesar como dije hace un rato también recordemos hermanos y amigos que en primera de juan uno cinco al diez que habla de la confesión no es lo único que nosotros en entramos en esta carta de primera de juan dicho de otra pala en otras palabras confesarlo no es lo único que dios espera que el cristiano haga con su pecado es parte debe estar siempre presente pero no es lo único si el cristiano verdadero debe confesar su su pecado pero también debe evitarlo como vamos a ver hoy y la respuesta apropiada a ese perdón de dios que nosotros recibimos una vez confesamos nuestro pecado la respuesta apropiada no es pecar más si no lo pues la respuesta apropiada es obedecer su palabra es apartarnos del pecado es aferrarnos a jesús y a sus mandamientos y eso es lo que nosotros vamos a ver en este sermón y vamos a ir leyendo el capítulo uno capítulo dos de juan versículo uno y vamos entonces a dar algunos comentarios comenzamos en juan capítulo dos versículo uno y versículo dos si tú todavía no está shelly te invito primera de juan capítulo dos versículos uno y dos dice allí hijitos míos estas cosas os escribo para que no pequéis y si alguno hubiere pecado abogado tenemos para con el padre á jesucristo el justo este y él es la propiciación por nuestros pecados y no solamente por los nuestros sino también por los de todo el mundo yo quiero que ustedes miren conmigo como el apóstol comienza este capítulo él se ve a sí mismo como un padre espiritual y ansían pero no solo es las palabras que él utiliza para comenzar a dirigirse en este capítulo a su audiencia transmi ten un profundo afecto por ellos él les dice hijitos míos y la biblia registra que jesús utilizó esta expresión dos veces con sus discípulos y el apóstol pablo al menos una vez la utiliza con los gálatas hay otras nueve veces que nosotros encontramos esta expresión el nuevo testamento y esas nueve veces se encuentran en la primera carta del apóstol juan es decir el