LA SILLA 24-4-2025 Charlando con Juan y Diego (Frikilósofos de cabecera)

Hoy es un programa especial. Por un lado, mi compañera es Paula.

Hola, Paula, ¿cómo estás? Bien, ¿y tú, Manu? Yo bien. Por otro, tenemos el honor de contar con unos invitados especiales.

Tantas veces en nuestro coche les hemos oído mientras vamos escuchando Fríkilosofía y hoy han venido a sentarse a la silla Juan y Diego. Hemos puesto dos sillas, claro.

¿Qué tal? ¿Cómo estáis? Pues bien.

Muy bien, encantados de estar aquí con vosotros.

Bueno, pues contadnos un poco. ¿Cómo llegáis al mundo del podcast? Pues a ver, ¿lo quieres contar tú, Diego? ¿Lo cuento yo? Lo has contado mil veces, así que se te da mejor a ti.

¿Pero tú te acuerdas? Más o menos, por eso tú.

A ver, fue a través del concurso de Fridi.

¿El concurso de Fridi? El concurso de Fridi, sí. Yo empecé a ser un oyente más.

¿Ah, sí? O sea, que era como... ¡Ah, qué guay! ¡No lo sabía! Fue todo a través del concurso de Fridi porque fui el ganador del anterior concurso de Fridi.

¡Qué bueno! Entonces, a partir de ahí, Tomás me pidió que grabara un audio explicando qué tal había sido concursar, qué tal me habían parecido los regalos, porque fueron una pasada, me regalaron un mogollón de cosas.

Y grabé un audio en el que participó también Diego.

Entonces, a Tomás le gustó mucho, y a partir de ahí surgió la idea de hacer una colaboración con ellos.

¡Qué bueno! O sea, así que empezasteis como fan, como nosotros.

Exacto, sí.

Paula, cualquier día estamos tú y yo allí.

Y una cosilla, Juan, ¿en tu entorno laboral saben que colaboras en un podcast o te mantienes un poco al margen de ello? A ver, yo siempre intento promocionar todas las cosas que hago.

Ya sea el teatro, el canto en un coro, el podcast.

Y yo también hago cursos de simulación en el hospital, yo soy enfermero.

Entonces, lo que se hacen son concursos con situaciones reales simuladas.

Entonces, se entrenan equipos multidisciplinares, nos juntamos los médicos, los enfermeros, los auxiliares, para practicar todo tipo de situaciones críticas.

Entonces, antes de esos cursos nos presentamos y siempre nos gusta decir algo personal.

Y últimamente, pues lo que hago es que participo en un podcast conmigo.

¡Claro que sí! ¿Y tú, Diego, tus amigos saben que sales en un podcast o ellos ni siquiera saben lo que es un podcast? Se lo he explicado unas 30 veces y me lo han vuelto a preguntar qué es friquilosofía.

Y el que no se lo he dicho ninguna vez, se lo dije, creo, una y por encima se lo aprendió de memoria.

¿Sois conscientes que os oyen en más de 100 países, verdad? ¿Qué sentís al saber que se escucha tantísima gente? Pues la verdad es que es una sensación rara, porque es que no somos conscientes de ello, ¿verdad, Diego? No.

Es casi medio mundo, ¿eh? Sí, sí, sí. Claro, cuando nos lo dicen Tomás y Juan Carlos, que hacen mucho hincapié en ello, pues no te lo imaginas, ¿no? Porque no es algo que se reciba un feedback, ¿no? No sabes la gente que está detrás.

Pero, por un lado, eso te da más tranquilidad, porque si fueses consciente cuando estás grabando que tienes que contentar y agradar a tantísima gente, quizás sería peor.

No, no, claro, evidentemente. Por ejemplo, en el teatro, cuando tú ves a 300 personas pendientes de ti, esperando tu actuación, eso te pone de los nervios, y es bueno también sentir esos nervios.

Yo, un poco igual que mi padre, es una sensación rara porque no somos conscientes de ello.

Nosotros grabamos por grabar porque nos gusta.

Para pasarlo bien, ¿verdad? Sí.

Pues es que eso se transmite luego, es lo que llega.

No somos conscientes de que nos escuchan en 100 países.

En más, en más de 100.

¿En más? Sí. Mira, por ejemplo, los serranos sirvieron para que mucha gente aprendiese el idioma español en países como Finlandia, Serbia, Estados Unidos o Tailandia.

Toda esta gente oyó al gran Diego Serrano hablando en español.

¿Os imagináis que haya gente aprendiendo español, oyendo, creciendo juntos, y todas las sesiones de Frikilosofía? Bueno, la verdad es que eso, me parece, vamos, no me lo imagino para nada.

Pero puede ser, ¿eh? Puede ser.

Yo tampoco creo que aprendan español con Frikilosofía.

Y con creciendo juntos, oye, ojalá, pero no sé, mi cabeza no da para tanto, ¿no? Un jugador serbio, no sé dónde, aprendió español viendo los serranos, o sea que esas cosas ocurren.

Diego, ¿eres un niño del siglo XX atrapado en el cuerpo de un niño del siglo XXI? Y otra pregunta, ¿conoces Barrio Sésamo? Eh, pues las dos cosas, sí.

Cuéntanos un poco, ¿no? Pues es que yo nunca he sido un niño que me gusten las cosas modernas.