Sintonía Laica 557 14-03-25

Sin prisa pero sin pausa, como el cadavobos, desde la más tierna infancia preparan el cebo.

Si no te comes la sopa te llevará el coco, los tocamientos impuros te dejarán ciego.

Y te acosan de por vida azuzando el miedo, pescando en el río turbio del pecado y la virtud.

Vendiendo gato por liebre a costa de un credo, que fabrica platos rotos que acabas pagando tú.

Son la salsa de la farsa, el meollo del mal rollo, la mecha de la sospecha, la llama de la jindama.

Son el alma del alarma, del recedo y del canguelo, con chulapos del gazapo, los macarras de la moral.

Buenas noches técnico, buenas noches Julio Keuner en el control técnico y quien les habla, Miguel Campillo Ortiz al micrófono, les damos la bienvenida a Sintonía Laica, como cada viernes a esta hora, desde Neo FM en la 90.4 de la frecuencia modulada de Sevilla, saludamos como siempre a Radio Clara de Valencia y a sus compañeros, compañeros y compañeras y a su audiencia.

Que el que no se quede quieto no sale en la foto, quien se sale del rebaño, destierro y excomulo, son la salsa de la farsa, el meollo del mal rollo, la mecha de la sospecha, la llama de la jindama.

Como siempre, o casi siempre, como sabemos hacer, abrimos el programa con la sección Antología Laica, en esta ocasión será un texto, una carta que envió el presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson, a una comunidad bautista, protestante, hablando del muro que hay que establecer en un Estado democrático entre el Estado y las confesiones religiosas, ya emitimos este audio el 4 de febrero de 2016, oígámoslo.

Antología Laica, texto para comprender el laicismo seleccionados y comentados por los filósofos Henry Peña Ruiz y César Tejedor de la Iglesia, y leídos por el actor Francisco Algora.

Bueno, ya tenemos a César Tejedor de la Iglesia al teléfono, César.

Hola, buenas tardes, Miguel, ¿qué tal? Buenas tardes, César, ¿te parece que pongamos el texto, el audio, en la voz de Francisco Algora? Vamos a oírlo.

Estimados señores, los afectuosos sentimientos de estima y aprobación que tan gustosamente expresan ustedes hacia mí, en nombre de la Asociación Bautista de Dunbury, me produce la más excelsa satisfacción.

Mis deberes me obligan a contemplar de forma fiel y celosa los intereses de mis electores, y a medida que ellos se acercan a mí, se acercan a ustedes.