SN 304: La identidad y la inseguridad

Hola, bienvenidos un día más a Sendero a la Nada. Mi nombre es Ángeles Soto y hoy vamos a tratar un tema que ya hemos hablado otras veces, pero que siempre viene bien repasarlo porque es importante, es de alguna manera la base, entendemos nosotros, la base del error de percepción, la base de que no podamos realmente entender qué es lo que somos ni llegar a comprender la naturaleza de nuestra propia existencia.

Pero antes de esto, antes de comenzar con el podcast, quería recordaros que el día 10 de septiembre de este mismo mes empezamos un nuevo curso de autoconocimiento, espiritualidad y metafísica. Empieza el, como he dicho, el miércoles día 10 a las 8 de la tarde y es un curso completamente online y bueno, cualquier otra pregunta que creáis o duda que tengáis, pues siempre podéis consultarnos a través de la página web o aquí mismo en comentarios en iVoox.

Y aprovecho también para comentar algo con respecto al curso este que realizamos y es que últimamente, no solamente últimamente, sino desde hace tiempo ya nos han preguntado varias personas interesadas en los cursos de si realmente pueden irse del curso cuando quieran y que es una pregunta que a mí me llama bastante la atención y claro lo que sólo solemos responder es que por supuesto uno viene libremente a hacer el curso y de la misma manera se puede ir libremente cuando quiera. Es curioso, me llama la atención porque claro me hace pensar si realmente otros cursos que realizan está como un requisito fundamental o importante, no sé, el hecho de que una vez que se inicia el curso uno pueda abandonarlo.

Claro, y pensando en esto, lógicamente nosotros no podemos decir eso, no, pero lo podemos decirlo porque lo hacemos, lógicamente. Pero lo que me llama la atención es que no me extrañaría que haya algunas personas que realmente tengan como ese requisito para hacer su curso. El hecho de que ya que empiezas no puedes abandonarlo con la excusa de que si lo abandonas a mitad pues no va a tener el resultado que de alguna manera se promete. Y claro nosotros no estamos de acuerdo con esto porque de alguna forma es como atribuirse un valor que no depende del que enseña sino que va a depender del que aprende, es decir, del alumno. En el sentido de que es el alumno el que tiene que aportar el compromiso, no el profesorado.

Y lo digo más que nada porque en la antigüedad sí que podemos decir que había a lo mejor maestros, iniciados, que podían ver realmente a nivel interno y podían no solamente el estado del alumno sino también incidir, influir directamente. Y esto hay mucha literatura al respecto. Tenemos por ejemplo el Carlos Cataneda o la San Rampa donde vemos que los maestros cambiaban realmente el interior de los alumnos. Esto realmente, vuelvo a decir, es literatura. Y el cambio realmente no depende del maestro en sí o de los profesores sino que depende del alumno y depende de la capacidad o más que de la capacidad del propio ser de cada cual, de la divinidad que nos hace o nos trabaja internamente. Entonces una de las cosas que decimos claramente, la educación obligatoria es para los niños y para los adolescentes.

Llegado a cierta edad y estos cursos es para adultos, no puede ser algo obligatorio. Porque vuelvo a comentar lo más importante o digamos que en los tiempos que vivimos actualmente lo más importante y quizás lo más difícil realmente es que cada uno de nosotros aporte la profundidad, el compromiso y la seriedad propia. Y que no tenga que ser una persona que tenga que imponer, es decir, una persona externa, es decir, otra persona. El profesor, el profesor, la profesora, lo que puede es indicar, dar indicaciones y sobre todo cuando hablamos de un conocimiento que es universal, no podemos atribuirnos a nivel personal nada más allá de la capacidad de transmitir eso que no te corresponde sino que corresponde a lo que es la educación.