Su sueño era convertirse en la nueva “Lolita Ayala” de México, por ello haciendo grandes esfuerzos económicos logra entrar a estudiar a la UPAEP, no obstante que solo estudio un semestre, pues en 1990 logró colocarse en Sí FM, en el 98.7, donde Marco Arturo Mendoza le apoya para que aprenda a locutar y la contratan por 75 pesos a la quincena.
Después trabajó en la 1010 de AM y se convierte en la "fierecilla", presentando música de corte grupero y decide después irse a trabajar al 92.5 FM, donde entró sin el permiso del Sindicato de Radio en Puebla; pero ella sabía que lo que quería era estar al aire en una cabina.
La radio fue su Universidad y allí ganó amigos, capacitación, credibilidad e incluso algunos fans que a la fecha le siguen dando muestras de cariño, algo que agradece porque así valora su trayectoria y la importancia de ser un personaje radiofónico.
Sabedora que las nuevas tecnologías y plataformas digitales le ofrecen grandes oportunidades para seguir transmitiendo sus ideas y actividades radiofónicas, ella piensa que lo clásico de la radio, debe seguir prevaleciendo y se debe rescatar.
Mujer de muchas facetas en la comunicación, también ha colaborado en TV Azteca, proyectos de espectáculos, voz de algunas campañas y promotora de eventos sociales, culturales y artísticos que le permitan conectarse positivamente con su auditorio.
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