SOLOMEO PAREDES Y LOS EXORCISMOS

¡Ay pues muy buenos días Pepe! ¿Qué tal estamos, my friend?
¡Yo imponente esta mañanita, niño!
¡Cuánto me alegro, Solomeo!
Bueno, venga, vamos al lío
¡Pues sí, venga!
¡Vamos al lío que hoy traigo caviar, sonoros!
¡Atención a este sujeto que acaba endemoniado, perdido, porque él no se llama José!
¡Dale, Moreno!
¡Que no soy José!
Ya, y por eso te digo
Dime
No, no me llame, dime porque usted no me conoce
Que se está equivocando de número
Que me está contando una historia que yo no soy José
Que no sé nada de Marta
Que usted está llamando un número equivocado
Que comprueba qué número está llamando
Que me está llamando
Que yo no tengo nada que ver con ese asunto
¿Tú crees que es normal, José?
¡Que no soy José!
¡Que no soy José!
Que está equivocándose de número
Que usted no me escucha
¡Que no soy José!
Que haga el favor de no llamar más
Que no tiene nada que ver conmigo
Que se está equivocando de número
Que tiene usted el número mal del tal José
¡Dame usted al José, pero que a mí me deje en paz, por dios, que mi nombre es Perico!
Escucha un momentito, José.
¡Que no le escucho porque yo no soy José!
¡Que se me ha cortado antes que a mí me deje en paz!
¡QUE NO SOY JOSÉ!
Que tiene que haber mala cobertura.
¡Oye, José!
¡QUE NO SOY JOSÉ!
Escucha un momentito, no te pongas así, no te pongas así, que tú sabes que...
¡Que no soy! Pero que estoy hablando de otra persona, que estoy llevando un número equivocado.
¿Cómo no me voy a poner así si me llama usted por décima vez y yo no tengo nada que ver?
Que te quiere mucho, Mariano.
¿Pero cómo me va a querer, Marta, si yo no conozco a ninguna Marta?
¡Por dios, que está usted hablando con otro número!
¡Compruebe usted quién llama, joder!
Pero escucha un momentito...
¡QUE YA VALE!
¡JOSÉ!
¡QUE NO SOY JOSÉ!
Pero...
¡QUE ME LLAMO PERICO!
José...
¡QUE SOY PERICO!
Escucha un momentito...
¡QUE SOY PERICO!
Pero escucha un momentito, pero tú...
¡Cállese usted la mierda!
Si es que estamos que lo tiramos, está uno tan tranquilo una mañana cualquiera,
te llama un tocapelotas y poco menos que te acaba entrando el demonio por el teléfono,
consecuencia que te tengan que practicar un exorcismo para volver en sí.
¡Pero no te lo perdiste!
¡Ahora!
¡Ahora!
¡Tienes el poder!
¡Tienes el poder!
¡Ahora!
¡Ahora!
¡Ahora!
¡Ahora!
¡Ahora!
¡Juega!
¡Juega!
¡Juega!
¡Juega!
¡Juega!
¡Juega!
¡Este es un arrancador!
¡Es un arrancador!
¡Este es un arrancador!
¡Este es un arrancador!
Si si.
Mira, mira, mira, mira.
¡Juega los Juegaboyotas!
¡Juega!
¡Juega!
¡No puede ser allá!
¡Ahora!
¡Arrancador, arrancador, arrancador!
¡Juega Héctor!
¡Juega, Hector, juega!
¡EL NOBE MIROVEDRESO!
¡EL NOBE MIROVERSO TENÍA EL PODER!
¡GUERRA DE BASTIDOR!
¡EL NAVÁSE DEL PADRE TE DICIO!?
Como se las gastan en Mallorca, niños. En plena madrugada te despiertan los vecinos
con un exorcismo. Algo muy normal, vamos, que pasa en todos los barrios una noche sí
y otra también. En fin, bueno, vamos a dejarlo aquí, que nos endemoniamos. A pasar buen
día. ¡Chaito!