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By Historias Pulp Historias Pulp
Somos Legión, un relato de horror de Elmer Ruddenskjrik

Somos Legión, un relato de horror de Elmer Ruddenskjrik

12/20/2023 · 13:36
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Description of Somos Legión, un relato de horror de Elmer Ruddenskjrik

Cuando el día a día laboral se vuelve, inesperadamente, de lo más estimulante...
Un cuento de horror incluido en la "Antología TRABAJAR ES FANTÁSTICO y otros cuentos de terror que nos han colado", de la Editorial 2Cabezas.
Escrito y leído por Elmer Ruddenskjrik.
Para adquirir el Libro de la Editorial 2Cabezas:
https://www.2kbzas.com/product/trabajar-es-fantastico
Historias Pulp. Trabajar es fantástico:
https://historiaspulp.com/trabajar-es-fantastico-una-iniciativa-de-2cabezas/

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Somos legión por elmer rodaje grinch soy barrendero un peón de una empresa de limpieza que no lleva nada más que unos cuatro años trabajando aquí haciendo el mismo recorrido día tras día de menear el cepillo a lo largo de las calles de un polígono de mayoristas de alimentos no os podéis ni imaginar imaginarla de mierda fresca y podrida que tengo que recoger por ahí muchas veces y digo mierda porque una vez que se desecha y se arroja al polvoriento suelo de hormigón que recorre los altos y bajos de los muelles de carga o una vez que cae sobre el grumoso asfalto sobre el que ruedan los camiones y las traquetea antes carretillas elevadoras cualquier manjar que haya germinado y crecido en la tierra cualquier sabrosa carne de todo tipo de ganado que haya sido criado se transmutan auténtica basura en un repugnante residuo del que sólo se alimentan cucarachas ratas gatos y hasta habidas aviso paz pero todo esto la idiosincrasia de mi trabajo es algo que poco debe importar os al menos lo más de lo poco que me importa a mí este trabajo me da para vivir y tener aquellas pequeñas cosas necesarias para ir tirando en esta sociedad nuestra y procuró re revisarlo con la suficiente diligencia como para garantizar que por eficiente y cumplidor no van a prescindir de mis servicios se trata de un empleo relativamente seguro nada complicado y hay que reconocerlo con difíciles alicientes pero desde ahí hace cosa de unos dos meses esto ha cambiado sustancialmente joder si ha cambiado tardé un par de días en darme cuenta la primera vez que la vi la flaca señora con los ojos prietos por una vida vis quedando bajo el sol a lo largo de intensivas jornadas de trabajo en el campo llamaba mi atención abriendo el agujero de su boca en un grito mudo y alzando su brazo del techo para retorciendo en exceso la muñeca hacerme gesto de vente pacá sonreía afable afirmando claramente con la cabeza mientras me preguntaba qué cojones querría aquella jodida puta seca y arrugada al dirigir con presteza mis pasos hacia ella dispuesto a aparecer amable y servil procurando que la imagen que pudiera dar se extendiera a la reputación de la empresa que me tenía contratado y buscando con ello afianzar mi posición en la misma ante la posibilidad de una fácil sustitución al más mínimo descontento que no está la cosa para jugarse el pan al llegar a ella con un deje de paleta pueblerina la mujer se me hizo audible toda vez que la muy estúpida ya me estaba hablando desde una distancia imposible para que yo pudiera oírla que estaba limpiando el camión del hijo mío y yo no sabía qué hacer con estos papeles y veo aparecer o tan buen mozo para recogerlos terminaba de decir la hija de puta con una mueca rígida que pretendía ser una sonrisa y no la máscara amenazante y predadora de una criatura al borde de la muerte que era lo que se me descubría en la cercanía de unos cincuenta centímetros de su persona hombre para eso me pagan respondí de inmediato con un afable sonrisa y encogiéndome de hombros mientras tendía hacia ella el cajón que sostenía en mi mano izquierda es hacia cuyo fondo arrastraba o empujaba con saña la inmundicia desde la escoba que manejaba con la diestra es que mientras mi hijo está ahí dentro haciendo unas gestiones me digo que huaqui colina y me puse a limpiar el camión que siempre está sucio del polvo en la carretera y de los vecinos estrellados verdad que lo dejó bien la anciana insoportable se volvió ligeramente entonces hacia el frontal del chato vehículo como para invitarme a comprobarlo sin moverme aprecie de inmediato que la superficie de chapa y cristal del camión chic estaba bastante lustrosa pero dudaba que se pudiera agradecer las atenciones de un par de manos artríticas que sujetaran y sacudieran con debilidad aquellos pañuelos de mocos estrujados entre unos dedos retorcidos y de demasiado largas uñas

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