Sor Lucía Caram - Escuchando a los que saben
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Sor Lucía Caram es monja dominica contemplativa. En su vida claustral compagina la oración, el estudio y la vida en comunidad con la actividad social junto con las personas más vulnerables, lo que la llevó a promover el Grupo de Diálogo Interreligioso de Manresa, el proyecto MOSAIC de Salud Mental y la Fundació del Convent de Santa Clara.
Actualmente colabora con diversos medios de comunicación, dirige la Fundació del Convent de Santa Clara y lidera el programa #Invulnerables contra la pobreza infantil. Es miembro del patronato del FC Barcelona. Es también autora de Mi claustro es el mundo (2012), A Dios rogando (2014) y Sor Lucía se confiesa (2015), todos igualmente publicados por Plataforma Editorial.
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Sonidos del silencio el buque de sant joan de déu que te acompaña a construir una nueva mirada la situación de la enfermedad ya sea propia o la de un hijo es un momento en el que de repente la vida nos para dicen que para dialogar con nosotros mismos también o a lo mejor cuando la enfermedad no para nosotros personalmente podemos sentir que podemos ser más dueños de la situación pero cuando es a uno más vulnerable nos descoloca totalmente y siempre quisiéramos estar en el sitio del otro aquel al que queremos y esto es la auténtica compasión que es la pasión compartida la enfermedad en dos loor el sufrimiento sobre todo en los niños difícilmente le podemos encontrar una explicación nos cuesta asumirlo aceptarlo y siempre es un momento doloroso posiblemente de preguntas te preguntas profundas que nos hacen valorar lo que realmente es importante pero es la confrontación ante el sentido de la vida y también ante lo que nos parece absurdo e incomprensible el dolor y el sufrimiento suda escuela a la que nunca quisiéramos asistir pero sabiendo que tenemos que asistir porque no lo elegimos se trata de poner el co razón poner la vida para que aquel al que queremos de alguna manera pueda en nuestro corazón en nuestra vida y nuestra confianza en nuestra empatía encontrar un almohadón donde pueda amortiguar su dolor y su sufrimiento es difícil yo creo que ante el dolor ante el sufrimiento muchas veces tenemos palabras pero cuando nos visita cada uno es la respuesta personal y lo que tenemos que hacer es un viaje de retorno al propio corazón para intentar dar nuestra mejor versión sobre todo saliendo de nosotros mismos porque aquel que es más vulnerable que nosotros que puede ser un niño que puede ser un hijo que está en una situación en la que está herido en no necesita y eso es lo importante su momento en el que el ego personal desaparece para ponernos cien por cien en la piel de aquel al que queremos yo creo que la la enfermedad es algo que nos ayuda a situarnos ante la vida y también a darle sentido y a darle una orientación en este sentido también sentido el dolor del otro afecta no entra a nosotros por nuestros mismos sentidos físicos pero fundamentalmente por nuestro sentido corrían por nuestra capacidad de empatía las palabras sobran ante el sufrimiento y ante el dolor sobre todo ante la enfermedad ante el sufrimiento del inocente y la pregunta del por porque yo creo que es la primera porque a mí porque a mi hijo porque sí yo nos hace chocar contra la pared y no encontrar respuesta porque es una lotería que no hemos jugado y que nos ha tocado y es un maldito premio envenenado que no quisiéramos pero es el que viene la pregunta tampoco que podíamos decir el paraque pueda explotar en nosotros una respuesta teórica yo creo que la respuesta quedamos es daniela proximidad y sólo en la medida en que somos capaces de ponernos en la piel del otro en sus propios zapatos que somos capaces de york dar con sus lágrimas de intentar asumir su dolor para compartirlo es lo que nos puede ayudar a darle sentido a esto que estamos viviendo y el sentido es ayudarlo a cargar al otro el peso porque no hay otra explicación el dolor nos confronta ante la realidad de la vida pero en definitivas en crisol de la amor no soy yo el primero primero es el otro y es ayudarlo a que su carga sea menos pesada y el sentido de nuestra vida lo que nos hace ser plenamente felices es amar la vida y compartirla y cuando la compartimos qué haré con alguien que sufre nos damos cuenta que la felicidad no es plena si el otro queda afuera de nosotros si el otro está dentro de nuestro corazón y siente la caricia de nuestra proximidad de nuestro silencio en su corazón en su vida incluso a la caricia física es lo que hace que el otro no se sienta solo y que su dolor sea menos dolor yo creo que