
Sumisión química: el caso Gisèle Pelicot

Description of Sumisión química: el caso Gisèle Pelicot
La francesa Gisèle Pelicot atrajo la atención mundial cuando, en septiembre de 2023, denunció a su marido. En su declaración, Gisèle Pelicot reveló que, durante casi 10 años, desde 2011 hasta 2020, fue violada por 72 hombres mientras estaba inconsciente. Su marido contactaba a estos hombres a través de internet, la drogaba sin que ella sospechara nada y grababa las agresiones. Este documental narra lo sucedido a través de la perspectiva de la hija de la pareja, Caroline Darian.
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Esta mañana, en el tribunal de Boclis, ha dado comienzo un juicio nunca visto en Francia.
En total, hay 51 hombres acusados de entre 21 y 68 años.
Nunca olvidaré aquel mes de septiembre de 2024.
Llegamos al juzgado todos juntos, con mis dos hermanos y mi madre, Giselle Pellicot.
Giselle Pellicot es la víctima de las violaciones de Massan.
Entre 2011 y 2020, el marido de Giselle la drogó y reclutó a hombres para violarla.
Me llamo Caroline Darian.
Soy la hija de la víctima, pero también, y esto es mucho peor, la hija del verdugo.
La historia de nuestra familia supera todo lo imaginable, pero no tenía ni idea de que daría la vuelta al mundo.
El hombre que durante años drogó a su mujer para que otros hombres la violaran, un caso que tiene conmocionado...
En Francia tendrá lugar un juicio que ha conmocionado a Europa.
Una mujer testificará hoy contra su ex marido.
Giselle Pellicot es la mujer de 71 años a quien su marido drogaba.
¡Que la vergüenza cambie de bando! ¡Que la vergüenza cambie de bando! ¡Que la vergüenza cambie de bando! Tampoco imaginaba que mi madre se convertiría en un icono.
¡Todas somos Giselle! ¡Todas somos Giselle! ¡Todas somos Giselle! ¡Todas somos Giselle! De repente, se alzaron muchas voces por toda Francia.
Vivimos en un país donde el cuerpo de una mujer no es más que un bien que se ofrece a otros hombres, ¡un regalo! Giselle Pellicot ha impedido que la sociedad haga la vista gorda ante la cultura de la violación.
En los cuatro años antes del juicio, me sentí sola, como una justiciera solitaria en una sociedad que se negaba a escuchar la historia de esas víctimas que fueron drogadas para ser violadas.
Víctimas que ahora se han alzado y hablarán junto a mí en este documental.
¿Cuántos fueron? ¿Quién fue? ¿Qué me hicieron? Es algo que nunca sabré.
Él era el que me preparaba el yogur.
Y cuando me lo comía, tenía un sabor muy raro.
La sumisión química es la última fase de la dominación masculina.
Él estaba al mando y lo decía todo el rato.
Yo te poseo, eres mío.
Hoy en día, gracias al juicio, vivimos un momento histórico.
Es nuestra oportunidad para cambiar mentalidades, pues juntas y solo juntas podremos vencer a la sumisión química.
Teníamos tantas ganas como miedo de que llegara el juicio.
En unos minutos, mis hermanos y yo volveríamos a ver a nuestro padre y mi madre a su exmarido.
Hacía cuatro años que había salido de nuestras vidas.
Y ahí estaba, en el banquillo de los acusados.
El primer intercambio de miradas fue intenso.
Yo sentí vergüenza, por supuesto, pero sobre todo rabia por la situación.
Nuestra vida había dado un vuelco.
Ya no había vuelta atrás.
Todo empezó una tarde de otoño de 2020.
El lunes 2 de noviembre de 2020, estaba teletrabajando en mi casa y a las 20 y 25 sonó mi móvil.
Era mi madre que me dijo...
Caroline, estás sentada, tienes que ser fuerte y valiente porque...
Porque voy a contarte algo muy grave.
Y entonces me dijo...
Me he pasado casi todo el día en comisaría, Caroline, y me he enterado de mi madre.