T.7.- Entrevista a Raúl Cortés - Telón y Cuenta Nueva
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Charlamos con Raúl Cortés sobre ‘Solo queda caer’ la obra que escribe y dirige en el Teatro de la Abadía
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Tampoco tampoco nuestro invitado de hoy a sin café como excusa ha creado y dirige una obra que nos lleva a reflexionar sobre la cultura sobre el sentido de las acciones que hacemos y sobre todo del sistema en el que vivimos en clave de farsa en clave de comedia la compañía la periférica nos hace pararnos con solo queda caer en el teatro de la abadía raúl cortez bienvenido a tener en cuenta nueva y gracias por estar con nosotros nada gracias a ti muchas gracias hablamos hoy de de sólo queda a caer una función que está en el teatro de la abadía pero antes de que entremos a fondo de la función a todos nuestros invitados les planteamos una pequeña reflexión y es que crees que caracteriza al teatro que se está haciendo hoy que caracteriza al teatro contemporáneo la prisa hay demasiada prisa demasiada prisa para producir demasiada prisa para estrenar demasiado de prisa de prisa para distribuir y demasiada prisa para volver a comenzar el siguiente proyecto y eso nos están metiendo en una en una rueda endiablada la qué bueno y el teatro no sale no sale indemne entonces quizá deberíamos reivindicar una parada bueno es que tenemos prisas en todo entonces se ha trasladado al ladrón sí si si tenemos prisa en todo hemos entrado dentro de dentro de ese círculo que como te digo es un círculo poco saludable y yo no sé hasta qué punto el teatro el arte en general puede él puede avanzar puede convivir con con esos factores de precipitación y de vértigo precisamente en esta función que que no deja de ser una comedia una comedia irreverente una comedia burlesca se habla mucho mucho de esto no que que es la cultura cuál es el valor de la cultura que es la cultura y sí la verdad es que es algo que está permanentemente en reflexión a lo largo de la función miramos hacia la cultura desde dentro y también desde fuera la sometemos a una radiografía completa y muchas veces el panorama al que el paisaje al que nos asomamos no no es muy muy tranquilizador no sé tenemos la sensación de que de que de que asistimos a la depauperación de de de algunas palabras y de algunos valore a marcha forzada y entre ellos está la cultura quizá la estamos convirtiendo en una la moneda de cambio para conseguir otra otros bienes que no tiene nada que ver con aquellos para los que la cultura en un primer momento parecía destinada como por ejemplo reflexionar sobre él sobre el mundo que nos rodea hacernos las grandes preguntas igual y igual no para encontrar la respuesta no pero porque son repuesta muy complicada pero al menos sí para para mirar no al a la profundidad y como como individuos y también como cuerpo social y de y de ahí mirar hacia adelante y creo que todo esto está unido con lo que te decía antes de la de la prisa hoy en día parece que no tenemos tiempo si no es para para reafirmar lo que ya está establecido y por eso vamos tan rápido no no creo que no creo que sea un planteamiento inocuo me parece que responde a todo un programa político pero porque para cambiar hay que planta plantarse parar pensar y eso necesita tiempo la pausa hoy en día y revolucionaria la pausa y el silencio el primero no tenemos pausa y después tampoco nos concedemos silencio hay mucho ruido alrededor parece que el quel justamente lo que de lo que hablábamos al comienzo no eh hay que producir y producir y producir y después seguir produciendo aunque lo que se produzca