T02:E13 El Caso Ranucci :: Del Testigo Monstruoso a la Sombra de Fourniret

Hoy os traigo un episodio que ha rondado mi mente durante mucho tiempo. Es como esa espina clavada que nunca termina de salir.
Desde el primer episodio del canal,
la cara del mal, el ogro de las ardenas,
aquel depredador y monstruo donde asesinaba a niñas, Michel Fourniret,
tiene parte en esta trágica historia.
Os invito a escucharlo, porque al final de ese episodio sale el protagonista de la historia de hoy.
He sentido la curiosidad, la necesidad de hablar sobre este caso.
Ahora ya más documentada, hoy toca profundizar en la historia de Christian Ranucci,
un joven de 22 años que fue acusado de un crimen
que en mi opinión creo que no fue el culpable.
Espero que esta historia nos traiga muchas preguntas y las compartamos juntos.
Siento que el joven Ranucci fue un simple peón en un juego de justicia implacable,
atrapado en un entremado de dudas,
misterio e incógnitas sin resolver.
La historia comienza en Francia, en
1974, en la ciudad de Marsella.
Una tarde cualquiera se convierte en pesadilla cuando la pequeña María Dolores Rambla es secuestrada frente a su casa.
Su hermano Jean Baptiste, de apenas seis años, es el único testigo, pero esta historia no termina ahí.
El hombre condenado por el crimen encontró su destino bajo la guillotina,
pero el verdadero horror estaba apenas por comenzar.
Décadas después, el hermano de la víctima Jean Baptiste se transformó en algo impensable,
en un brutal asesino.
¿Cómo puede una tragedia marcar el destino de un niño hasta convertirlo en un monstruo?
¿Fue venganza, locura o una sombra que jamás lo abandonó?
En este episodio
exploraremos el perturbador caso del asesino del coche gris,
un crimen que inspiró películas, libros y dejó una cicatriz imborrable en la historia criminal de Francia,
preparados para vivir una historia que desafía los límites de la justicia y redención,
llena de sombras e enigmas.
Espero que os atrape tanto como a mí.
Soy Silvia Black y esto es La cara del mal.
El hecho ocurrió en Francia en
1974 y conmocionó al país. El secuestro y asesinato de la pequeña María Dolores Rambla.
El culpable fue condenado a la guillotina,
dejando tras de sí una historia que inspirará al menos tres películas y más de 15 libros.
Pero el horror no terminó ahí.
Décadas después, Jean Baptiste, el hermano de la pequeña y único testigo del secuestro, se convertiría en un futuro, en un homicida.
Aquel fatídico lunes 3 de junio de 1974
parecía un día cualquiera en el barrio de Santiago del Mar Sella.
María Dolores y Jean Baptiste jugaban en la calle,
cerca del edificio donde vivían. El sol de la mañana bañaba a la escena con una falsa
sensación de calma, hasta que un coche gris se detuvo junto a ellos. El conductor,
un hombre de cabello castaño, bajó con una sonrisa afable y les preguntó si habían visto a un perro negro.
Los niños negaron con la cabeza.
Entonces el desconocido se dirigió a Jean Baptiste y le pidió que fuera a revisar detrás del edificio por si el animal estaba allí.
El pobre niño obedeció y minutos más tarde, cuando regresó, todo había cambiado.
Su hermana y este hombre del coche gris ya no estaban.
Había desaparecido.
Y su hermana también. Jean Baptiste corrió a su casa, jadeante, aterrorizado, balbuceando a sus padres lo que había sucedido.
Un hombre, un auto gris, un perro que no existía, María Dolores que se había ido con él.
Entre nerviosismo
mencionó que el vehículo podría ser un Sinca 1100, aunque apenas sabía de coches, sólo tenía seis años.
Lo que siguió fue lo habitual en estos casos. Una denuncia, una búsqueda frenética,
una cuenta regresiva desesperada y al final la tragedia.
Dos días después, a 20 kilómetros de donde los niños jugaban,
tristemente, el coche gris se detuvo.