T517 - SAGA AMOS DE LA NOCHE - PARTE 4 - Cosechador de Sangre - Audio 1/3 - Episodio Dorado - Novela Warhammer 40k

Terra escribiente relatos e historias de terra y de otros mundos durante más de cien siglos el emperador se ha sentado inmóvil en el trono dorado de terra él es el maestro de la humanidad por el poder de sus ejércitos inagotable cuchillo se oponen a los libros sin embargo el cadáver en descomposición el señor carroñero del imperio mantenido en vida por las maravillas de la edad oscura de la tecnología y las miles de almas sacris picadas cada día para que la suya pueda continuar ardiendo ser un hombre en estos tiempos es ser uno entre miles de lujo es vivir en el régimen más cruel y sanguinario imaginable es sufrir una eternidad de carnicería y matanza tenedor gritó y pena ahogado por la risa sedienta de dios jesús esta es una era oscura y terrible es la que encontrarás poco consuelo o esperanza olvídate del poder de la tecnología y la ciencia olvida la promesa de progreso y avance olvida cualquier noción de eh humanidad común o compasivo no hay paz entre las estrellas porque la sombrilla oscuridad del futuro lejano sólo hay guerra y muerte impulsados por el odio hacia el falso emperador los amos de la noche acechan en las sombras de la galaxia buscando vengar la muerte de su primarca su oscura misión nos lleva a forjar una alianza con los corsarios rojos unidos únicamente por un enemigo común juntos es una banda de piratas renegados desatará la destrucción sobre la fortaleza monasterio de los marines errantes prólogo un ángel crucificado el guerrero hizo girar su casco entre las manos las yemas blindadas de sus dedos acariciaron los arañazos y muescas que mancillan la cerámica de color medianoche la placa facial estaba pintada de blanco con la meticulosidad de un artesano imitando una calavera humana estilizada una de las lentes escarlatas estaba hecha añicos entretejida de grietas la otra permanecía inmóvil il sin vida al estar desactivada reflejando un cielo que ya se oscurecía se dijo asimismo que aquello no era simbólico los daños de su yelmo no reflejaban el daño que había sufrido su legión mientras intentaba sofocar tales pensamientos se preguntaba de dónde habrían salido la guerra tenía el hábito recurrente de avivar las brasas de la melancolía pero eso era irrelevante había que trazar límites el guerrero tomó aliento y tras sus ojos cerrados danzaron y sangraron criaturas inhumanas había estado soñando con los eldar últimamente durante los meses previos a poner pie en ese mundo desolado se contaban por millares figuras larguirucha de rostros demacrados y ojos hundidos a bordo de una flamígera nave de velas negras y hueso falso cazador de almas lo llamaron el tono con el que su hermano pronunciaba aquel nombre no dejaba claros