T523 - SAGA AMOS DE LA NOCHE - PARTE 3 - Trono de Mentiras - Historia Corta Warhammer 40k

Terra escribiente relatos e historias de terra y de otros mundos durante más de cien siglos el emperador se ha sentado inmóvil en el trono dorado de terra él es el maestro de la humanidad por el poder de sus ejército inagotable un sitio se oponen a los libros sin embargo el cadáver en descomposición el señor carroñero del imperio mantenido en vida por las maravillas de la edad oscura de la tecnología y las miles de almas sacrificadas cada día para que la suya pueda continuar ardiendo ser un hombre en estos tiempos es ser uno entre miles de mucho es vivir en el régimen más cruel y sanguinario imaginable es sufrir una eternidad de carnicería y matanza tenedor corinto que pena ahogado por la risa sedienta de dios jesús esta es una eros cura y terrible es la que encontrarás poco consuelo o esperanza olvídate del poder de la tecnología y la ciencia olvida la promesa de progreso y avance olvida cualquier noción de humanidad común o compasión no hay paz entre las estrellas porque las sombrillas oscuridad del futuro lejano sólo hay guerra y muerte trono de mentiras el pacto de sangre atravesó la disformidad dividiendo las mareas secretas como una lanza de cobalto manchado y oro defectuoso sus motores luchaban exhalando fuego blanco en el siempre cambiante mar de las almas latiendo como corazones rítmicos los propulsores se esfumó rezaban por impulsar la nave hacia adelante su paso fue una caída sin gracia deslizándose a través de olas hirvientes de agitada energía psíquica los campos atormentados de fuerza cinética protegían a la nave de la furia elemental de la disformidad pero la fuerza de la tormenta era despiadada las garras de enormes criaturas que se extendían de el huracán rastrillada en los escudos y cara impacto alejaba la nave de su curso en una cámara sellada en la proa del barco una figura solitaria se arrodillaba en silencio sus ojos humanos estaban cerrados pero no estaba ni mucho menos ciega su ojo secreto el ojo que ocultaba del mundo bajo pañuelos manchados de su dory cascos incómodos miraba hacia el vacío el casco del barco no era una barrera y los escudos crepitantes no eran un obstáculo su visión secreta los atravesó sin esfuerzo y miró fijamente hacia la tormenta que se desataba más allá como el aceite sobre el agua los mares de afuera se agitaban en un enfermizo tumulto de color un faro de luz generalmente atravesaba el caos una línea de vida de resplandor efímero que dividía la oscuridad arremolinada todo lo que tenía que hacer era seguirlo esta vez no había ninguna baliza ninguna