TA - 15 EMILIO LÓPEZ. LAS CLAVES DEL ADIESTRAMIENTO CANINO

Bueno, bienvenidos a un nuevo podcast de Territorio de Alcaza, soy Tonefitor y aquí ha mirado mi colega Miguel Linares. Hola chicos, ¿qué tal? ¿Cómo estáis? Pues bueno, hoy estamos en un lugar peculiar, diferente de lo que donde habitualmente nos encontramos. Hoy estamos en el Círculo Industrial Coy, es un edificio, bueno, un edificio modernista, un edificio de mucha historia.

Y bueno, tenemos la suerte de estar con Emilio Dópez, sin duda una de las personas más referentes en el mundo del leadiestramiento canino. Emilio, un millón de gracias por venir aquí. Al revés, gracias a vosotros por invitarme, para mí es un honor, un honorazo. Y más el sitio que me ha dejado de piedra, vaya cosa bonita que hay en Alcoi. Es espectacular.

Te he dicho que impones. Sí, sí, cuando entres no estás. Que poderío hay aquí. Digo, voy a hablar de literatura más que de perros. Nada, Emilio, cuéntanos un poco de ti y la pregunta que siempre cuando hablo de ti y a la gente, digo, ¿qué pasó para estar en el sector de la moda y pasar a este gran mundo? ¿Qué te llevó a cambiar? Es sencillísimo, sencillísimo. El cuerpo me lo pidió. O sea, cuando uno está para algo, da igual, terminas en eso. Y a mí ya todo me tiró a... Hubo algún desencadenante que lo aceleró, pero yo terminaba en el perro seguro. Y mira que mi profesión me gusta y me gustaba y es una profesión muy bonita.

Y me ha hecho viajar por todo el mundo. Pero la cabra tira al monte. Hubo también eso, los desencadenantes. Uno de ellos fue físico. O sea, el médico me dijo que bajaba el ritmo. El tema de salud. De hecho, estaba muy bien, pero el tema infarto rondaba por el ritmo y por eso. El ritmo de ese tipo de trabajo.

Vamos, de hecho, palabras textuales del cardiólogo me dice, Emilio, tú haz lo que quieras, pero una caja de pino te está esperando. No jodas. Sí. Estando perfectamente sano, que lo estoy. Que tú te veías sano también. Sí, sí. Y salieron bien, pero el ritmo de estrés ya daba señales el tema y me dijo, para, que revientas.

O sea, piensa que en esa época yo vivía en un avión, en tres países distintos. Volaba todas las semanas, comía eso y dormía con ansiolíticos. Fumaba, que ya no lo hago. Pesaba 20 kilos más de los que peso y ahí yo físicamente estoy mucho mejor ahora que cuando tenía 40 años.

¿Tú tenías a alguien en la familia que te llevase a ser adiestrador? Mi padre. ¿Era adiestrador? No. Mi padre es un amante de los perros cuando no era normal ser amante de un perro.

O sea, que mi padre, como mi madre muchas veces describe el noviazgo en el pueblo, porque él es de San Luca la Mayor en Sevilla, dice, yo salí a pasear por la tarde con tu padre y todos los perros del pueblo venían detrás nuestra.

Yo salía con una pandilla de perros. Y es un poco la época, que decía Emilio, de cuando el perro era una cosa que tú tenías. No. Estaba en el cortijo para los ratones, para la rata. No estaban en casa. Eso era impensable.

Y mi padre ya, los problemas que tenía con su madre, con mi abuela, es que metía al perro en el dormitorio, que se lo metía en casa. Entonces, esa pasión me la da. Mi padre después fue realero muchísimos años.

Yo, en la época de que monteaba con la reala, que fue mi percurso fuerte. De hecho, hemos escrito un libro sobre la reala que se presenta ahora en FECIEX. Guía de adiestramiento del perro de reala. Es una guía muy básica, muy sencilla.

Y lo que hacemos es poner… Es curioso, porque cuando hablas con los perreros y hablas con los dueños de reala, saben qué es lo que hacen, pero no saben cómo ni por qué.

Porque un perro de… Yo no entiendo cómo de estar un perro de reala, pero yo lo que veo siempre es que los meten todos juntos y que se enseñen un montón. Es lo que parece a primera vista.

Es complicadísimo. Lo hacen ellos, lo hacen naturalmente, pero es complicadísimo. De hecho, tú fíjate que se produce en la reala un cambio etológico inaudito en el mundo.