Amigos y amigas de la luz, los abrazo con amor. Seguimos con el programa 135 basado
en las enseñanzas espirituales de los maestros ascendidos. Estas enseñanzas las
hacemos desde la actividad Yo Soy, que no es ninguna religión y sí es una
filosofía para mejorar la calidad de nuestra vida.
Estas enseñanzas, como dice nuestro amado maestro Saint Germain, nos sacan, si
las llevamos a la práctica, de las tan llamadas incomodidades humanas. Y como
siempre vamos a compartir bellas instrucciones de los maestros ascendidos.
Y continuamos con la instrucción donde quedamos el último jueves, que era la
corona de Saint Germain. Y comenzamos. La coronación de Saint Germain, la
ceremonia tuvo lugar en Shambhala, en el primer ámbito, para que más
gente pudiera asistir en conciencia etérica, ya que las memorias almacenadas
en el cuerpo etérico ayudan a la mente externa a cooperar, así
como aquellas que están almacenadas en el cuerpo mental superior, el santo ser
crístico, son muy efímeras para ser absorbidas y aprovechadas por el
estudiante promedio. Después de la coronación, los señores del karma
examinaron las almas que habían escogido encarnar en los 12 próximos meses, ya
que el rayo gemelo de Saint Germain había sido investido con autoridad
cósmica junto con él, y en vista que ella es la diosa de la oportunidad, siendo
como es cuestión de justicia darle la oportunidad a toda vida. La huesta
ascendida opinó que era mejor retrasar la toma de las decisiones finales sobre
las almas inmigrantes, hasta que la diosa de la oportunidad, miembra del
tribunal kármico, hubieran recibido su investidura cósmica.
La tremenda luz, ímpetu y obediencia espiritual de los miembros del reino era
contagiosa, y los 500 millones que solicitaban reencarnación fueran
impresionados profundamente. 200 millones se ofrecieron inmediatamente para hacer
la venia a Antesanad Kumara, otros 100 millones se ofrecieron también después
de haber sido testigos de la tremenda ceremonia en la cual los primeros 200
millones juntos se arrodillaron comprometiendo su voto a la llama
insustenta. Entonces un gran grupo de desencarnados, la mitad de los seis
millardos, llegaron a la atmósfera que rodea a Shambhala. También ellos
comprometieron su voto ante la llama insustenta, y cuatro queridas almas
vinieron de la empalizada. Oren particularmente por ellas para que lleven
ahora la luz de vuelta a la empalizada, en general para que hagan el bien.
En el momento en que la corona fue colocada sobre su cabeza,
Saint Germain dijo que la guardiana silenciosa había vertido en su conciencia
simbolizada por la corona, actividad femenina, el patrón completo
para los próximos 2000 años de cada alma. Asimismo indicó que había tenido que
ejercer la sabiduría y la contentación para no salir precipitadamente a poner
en movimiento todo el plan. El cetro, actividad masculina, simboliza la
extracción de las ideas, semillas y la corona, la conciencia fértil en la cual
las semillas se desarrollarán. La espada, la expresión manifiesta de las dos, sin
embargo, cuando a uno se le ocurre una idea, la tendencia no es permitirle que
madure en la conciencia, sino emitirla, cual bebé de incubadora o nacido muerto.
Él nos aconsejó sabiduría al aceptar las urgencias divinas y dejarlas
desarrollarse en el silencio, así como lo hizo la madre María con el amado Jesús,
y entonces tener una manifestación perfecta en el momento correcto de Dios.
La causa de la libertad debe ser establecida antes de que se sienta el
efecto pleno de la misma. Hay poderosos individuos que han servido a la causa de
la libertad por siglos en diversas actividades en las cuales