TDLCP #33 Leer… ¿para qué?

Vuelve Trincheras de la Cultura Pop, el programa de crítica y pensamiento comandado por Diego Salgado y Elisa Macausland para Consony, y lo hace con un programa especial grabado en directo desde la librería Traficantes de Sueños. El título del programa, 33, leer para qué. ¿Una provocación? De eso hablaremos hoy, los sentidos de la lectura en este presente que vivimos, y no lo haremos solas, sino que contamos con las voces de Raquel Moraleja, bibliotecaria y autora del libro de relatos La habitación de las niñas, y Darío Aranti, autor de Disparen al humorista, El meteorito somos nosotros, también participa en Ecotopías, entre otros cómics, así como el ensayo El peronismo explicado a los españoles.

Bueno, un saludo para todos nuestros oyentes. Lo primero que hay que decir es que este programa no es una segunda parte, por decirlo así, de Trincheras de la Cultura Pop, es un decíamos ayer en toda regla, es decir, el programa va a tener la misma estructura, tenemos un programa especial con dos invitados, porque es una reentré después de algún tiempo, pero el programa va a ser básicamente el mismo, y de hecho queremos recoger el testigo de uno de los programas que ya habíamos realizado, que es el décimo tercero, que habíamos llamado en su momento Trincheras de la Cultura Pop, la máquina de la literatura, pero que estaba más dedicado a lo que es el paradigma editorial, a tendencias de la edición actual, de los grandes sellos, de los pequeños sellos, y queríamos un poco prorrogarlo, hablando de un tema que creemos que es bastante básico ahora mismo, que es el tema, como ha comentado ya Elisa, de leer para qué. Os habréis dado cuenta de que últimamente hay muchos debates públicos, hay muchos artículos de prensa, etcétera, de algo que en realidad yo creo que en el ambiente se venía palpando desde hace bastante tiempo, que es una crisis profunda del hecho lector, de la lectura.

Yo recuerdo, hay una anécdota bastante divertida que Elisa y yo nos pegamos, os hablo de 2010, con una persona hablando de un libro que era superficial, desde Nicolás Carr, donde Nicolás Carr ya hablaba en 2010 de qué estaba haciendo Internet a nuestro hábito lector y a nuestra propia, ya más allá de la lectura, al propio hecho de pensar que estaba produciendo Internet. Había mucha gente que lo negaba, y hasta hace poco, lo cierto es que había mucha gente que sigue negando que se haya producido un efecto de disrupción intelectual, de problemas de la lectura.

Pero como os digo, en los últimos meses yo estoy viendo un fenómeno casi como si se hubiera abierto una espita, donde todo el mundo está poniendo sobre la mesa el hecho de que efectivamente, claro que hay una crisis del hecho lector. Entonces queríamos debatirlo un poco con Darío, con Raquel, y vamos a empezar como siempre, se empieza en este programa, con una cita para empezar a encuadrar la primera parte del programa.

Allá vamos.

Leer no sirve para nada. No es una farmacopea, no responde a un propósito constructivo.

Conviene recordar en este sentido que las instituciones no son responsables de los niños que no quieren leer, sino de los que no saben leer. Las instituciones no han de tener como objetivo prioritario fomentar la lectura, objetivo fracasado una y otra vez. La obligación ineludible de dichas instituciones es desarrollar la competencia lingüística.

Leer, el siguiente paso, es otra cosa, una felicidad, una pulsión, un vicio. La mayoría de los lectores compulsivos no hemos hecho ningún esfuerzo para hacernos lectores. Nos encanta leer porque, sin importarnos las consideraciones educativas de dicho acto, nos hace cultivar la soledad, el silencio y una suerte de inutilidad, de rebeldía callada y anti-humanista.

Por esa misma razón, la mayor parte de las personas huyen de la lectura. No quieren estar solas, les da pánico el silencio y buscan en todo lo que hacen un provecho o un efecto inmediato. Esto lo opina Víctor Moreno en Reflexiones sobre la lectura. Y nosotros queríamos también hablar con Raquel y con Darío de cómo se hicieron lectores.

Es decir, teniendo en cuenta además que su horizonte también es creativo y habéis desarrollado y os apasiona ya no sólo la lectura, sino también el escribir y dibujar a partir de toda una serie de multiversos previos, preguntaros cómo os hicisteis, cómo fueron vuestras primeras experiencias lectoras. Cómo se hicisteis lectores, si sois lectores compulsivos y luego, desde luego, también.