Audiencia hace unos días, si me escucháis hoy en directo, hoy jueves 23 de enero de
2025, fue hace unos días, si no, si me escucháis en otra ocasión pues era hace
más días o menos días. Hace unos días tuvimos la oportunidad de acceder, gracias
a las redes sociales, a la grabación, un tanto irregular su difusión desde luego,
pero jugosa, a la grabación de una parte, de unas partes, del juicio de Elisa
Muliá, la actriz Elisa Muliá, contra el ínclito Errejoncín, Iñiguin Errejoncín.
Esto, evidentemente, en los medios de comunicación oficiales y comerciales
pues se trata de la manera en la que se trata, es decir, de una manera vomitiva
porque no otra manera de hacer tienen los medios de comunicación oficiales y
comerciales. En la declaración de Elisa Muliá ante el juez Adolfo Carretero,
este nombre no lo vamos a tener que grabar, requete bien, Adolfo Carretero,
el interrogatorio que su señoría, más bien su mierdería, realizó a Elisa Muliá
contenía momentos execrables de todo punto. Contenía momentos que, evidentemente,
dan la razón a aquellas mujeres que deciden no denunciar comportamientos
abusivos por parte de los hombres. Y les da la razón porque una vez sufridos
esos abusos, una vez sufrido ese trauma y esa execrabilidad,
una vez sufrida la vergüenza de denunciarlo, resulta que, a lo mejor,
una mujer se tiene que poner delante de un juez para recibir estas miserabilísimas
preguntas y para recibir este vomitivo acoso. Las bragas, el pestillo,
el pene de rejón, todo esto ocurría en el juzgado de este tipejo llamado Adolfo Carretero.
Son solo dos minutos, audiencia, pero dan fe de lo que allí ocurría.
¿Pero sabe si hay pestillo o no? No lo sé, es que fue todo muy rápido.
Se cercioró de que estuviera cerrada. Pero una cosa es cerrar con pestillo,
que no puedes abrir, y otra cosa es cerrada, que puedes abrir en cuanto salgas,
cuando quieras comer. Yo le intento quitar ethnoid, que me estaba
resultando muy incómodo. ¿Pero usted le dijo que parara?
Sí, sí, le dije que me estaba sintiendo muy incómoda y ya, ahí me lleva.
No, muy incómoda no, es decir, que me dejes en paz, que no me toques, dijo algo de eso.
Y después sí. La tira en la cama y ahí, ahí, este señor,
según usted, se sacó el miembro de ella. ¿Para qué se sacó el miembro de ella?
Para violentarme. En todo momento yo le noté una actitud dominante.
¿Pero le intentó a usted bajar las bragas o algo?
No, las bragas no.
Le dije que me estaba sintiendo súper incómoda, que me dejase en paz,
y ahí ya, yo creo que él supo que iba a gritar o algo así, no sé.
¿Le gustó a él o algo? ¿En la casa de él se asusta a él, le para?
Sí, no, no, porque yo ahí... ¿Qué dijo usted ahí para qué?
Me puse mucho peor de la fiesta. ¿Y qué le dijo?
Que me dejase en paz, que me estaba sintiendo súper invadida,
y que así no se hacían las cosas.
Además es que justo en ese momento no paraba de decirse lo de solo si es sí.
¿Pero qué le decía solo si es sí?
No, al final le dije que no, que solo si es sí.
Parece mentira que me esté pasando esto contigo.
Como que no me cabía en la cabeza y ya le paré, me alejé,
le dijo, oye, voy a pedirme un taxi, y ya, ese momento fue...
El 25 de octubre del 2024 explota todo,
hay múltiples denuncias anónimas contra él,
en ese momento alucino y me doy cuenta del psicópata que es,
y digo, es que si ella...
Pues bien, audiencia, esto es una muestrecita,
es solo una muestrecita de lo que esta mujer violentada
tuvo que pasar ante este miserable.
Ya sabe, lo importante, jefe, es para qué se sacó el miembro viril.
Oiga, ¿y para qué se sacó el miembro viril?
Al loro, ¿eh?
Al loro la preguntita, y el pestillo, y le bajó las bragas.
¿Le dijo usted que parara?
No, estoy aquí en un juicio sufriendo vergüenza y bochorno
porque le dije que siguiera, ¿sabe?
Su mierdería.
Este vómito, audiencia, al que,
en nuestras redes sociales podemos acceder,
este vómito...