Teddy Bautista: «La adversidad me dio la oportunidad de reinventarme»

Creo que se llama el despertar del metrántopo, ni idea de lo que es un metrántopo.

No se acordarán ustedes que el año pasado estuvo por aquí, inesperadamente acompañando a Manolo González y hoy está aquí porque él quiere venir, se ha puesto en contacto conmigo y yo encantado porque, en fin, siempre de esta categoría musical, es una persona que he admirado mucho tiempo, a mí me encanta tenerlo aquí con nosotros y cerrar la previa de la Semana Santa justamente con él.

Teddy Bautista, buenos días.

Buenos días.

El joven Teddy Bautista.

Hombre, se agradece, pero bueno, yo soy plenamente consciente de mi condición de octogenario.

81 años que no se notan. Va a cumplir 82.

Hay una foto maravillosa que se publicó en el periódico El País hace cosas de un mes aproximadamente, él con vaqueros y la impresión que causa es de un tipo que tiene 50 años realmente, que se ha cuidado muchísimo, no sabemos cómo. A lo mejor va a resultar cierto de que cuando peor lo pasa es cuando ya aprendes lo que es la vida de verdad y de repente buscas solución prácticamente a todo, no lo sé yo. Igual, dime algo de eso.

No, es una filosofía que hay mucha gente que la practica, es decir, de lo peor es traer lo que te vale a ti, lo que de alguna forma te amplía el campo de conocimiento, pero sobre todo el campo semántico, porque cuando tienes que analizar las palabras y el sentido, muchas veces una crítica se convierte en un dato virtuoso, una crítica te puede orientar.

Bueno, todo el mundo sabe que pasó lo que pasó contigo con El Gae, estuviste condenado prácticamente a muerte, entre comillas, socialmente a muerte, fuiste inocente, fuiste inocente al cabo de 10 años, pero pasaste por 100.000 episodios, todos nos podemos suponer lo duros que son, pero es que eso hay que vivirlo, pero tú te convertiste en una persona distinta. ¿Por qué? ¿Qué fue lo que viste? ¿Cómo te encontraste? ¿En qué momento diste el paso? Yo creo que es lo que podemos llamar la evolución del ser humano ante distintas circunstancias, y en el caso mío, yo lo que hice fue resetear un poco mi línea ética, estética e incluso la cosmética, porque yo lo vi como una oportunidad de volver a hacer algo que si no se produce esa circunstancia no hubiese vuelto a hacer.

Y entonces tenía tiempo por delante para estudiar, leer y sobre todo para meditar.

Lo primero que haces es ponerte de acuerdo contigo mismo, tú te preguntas ¿soy culpable o soy inocente? Exacto.

¿Hice malas cosas o las hice bien? ¿Hay razones para que me consideren culpable en un tribunal o no las hay? Exacto.

Y decidiste pensar sobre esto, ahondar sobre eso y llegaste a un acuerdo.

Sí, llegué a la convicción del inocente.

Soy inocente.

Yo sé lo que he hecho, nadie mejor que yo sabe lo que yo he hecho, y por supuesto que he repasado todo, incluso he hecho autocrítica, por mi carácter sé que en algún momento he podido pecar de soberbia, pero nunca de insolidaridad o nunca de desconocimiento de la materia con la que he estado tratando.

Esos elementos para mí constituyen un credo deontológico, y ese credo lo he tenido, por decirlo así, como estrella polar durante todo este tiempo.

Fíjate lo que cuenta un oyente, dice Vi el espectáculo que montó Teddy Bautista en el Pérez Galdós años 70 en la presentación del disco Ciclos.

Quedé impresionado entonces tanto que hoy en día es mi disco de referencia y lo escucho con mucha frecuencia todavía.