Description of La Tercera Hora 09x06
En esta tercera hora de Días Extraños exploramos historias que desafían lo establecido: la misteriosa oleada de DROVNI (drones-OVNI) que paralizó Dinamarca y puso en jaque a la OTAN, sin que nadie pudiera identificarlos o derribarlos; la comunidad Amish como "grupo de control" perfecto de un experimento social que cuestiona nuestro modelo de vida tecnofeudalista; y una de las operaciones de guerra psicológica más retorcidas de la CIA, cuando Edward Lansdale utilizó la leyenda filipina del Aswang, un vampiro cambiante, para derrotar a la guerrilla comunista sin disparar un solo tiro. Además, nos preguntamos si podría haber existido una civilización de dinosaurios inteligentes hace millones de años... y por qué jamás lo sabríamos.
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Damas y caballeros, amigos y amigas, esto es la tercera hora de Días Extraños. ¡Bienvenidos! Hay entidades que caminan entre nosotros, perfectamente camufladas, y que pueden destruir vidas con la misma eficacia que cualquier monstruo de la ficción. Pero estos son de carne y hueso. Son las personas tóxicas, esos vampiros energéticos que, según los expertos, cargan con heridas de infancia tan profundas que han convertido su dolor en un arma contra el mundo. No sintieron amor cuando lo necesitaban, no tuvieron protección cuando eran vulnerables, y ahora, como espectros vengativos, deambulan dejando un rastro de destrucción emocional.
Las señales para reconocerlos son sutiles, pero están ahí. Esa superioridad mal disimulada cuando hablan, esa necesidad obsesiva de control, siempre tienen que conducir ellos. Esa capacidad casi sobrenatural para hacerte sentir agotado, es como si te robaran la energía vital, como si fueran auténticos vampiros psíquicos.
Y lo más terrorífico es que han perfeccionado el arte del camuflaje. Son camaleones emocionales que saben exactamente qué máscara ponerse para no quedarse solos, porque no pueden quedarse solos. Necesitan víctimas, necesitan a alguien a quien envenenar con su cóctel de envidia, de rabia, de resentimiento.
Así que no olvidéis que sí que está muy bonito buscar misterios en el cielo y fantasmas en casas abandonadas, pero quizá el verdadero peligro está sentado en vuestra mesa tomando un café.
Y recordad una cosa muy muy muy muy importante, con estos especímenes la única victoria es la distancia, no hay otra. No intentéis comprenderles, no intentéis salvarles, sólo corred. Comenzamos.
Dinamarca, septiembre de 2025. Los cielos sobre Copenhague y Alborg, que son puntos neurálgicos de la OTAN, se apagaron. No fue un accidente, fue una invasión nocturna de objetos aéreos no identificados. En el aeropuerto de Alborg los vuelos se suspendieron desde las diez de la noche hasta pasada la una de la madrugada. Una treintena de aviones fueron desviados en Copenhague.
La alarma fue inmediata, eran ovnis, eran drones, era tecnología de espionaje. Y este es el dilema del siglo XXI. La policía danesa los llamó drones con luces encendidas. Pero su comportamiento era algo más. Burlaron la tecnología humana, no pudieron ser identificados, no pudieron ser derribados. Han fusionado dos desafíos históricos en uno solo, dándonos un término inquietante. Del ovnis. En un sentido estricto, son ovnis, son objetos
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