Description of El tiempo de siesta, un tiempo saludable
Aunque la palabra ‘siesta’ es española y Cela definió la siesta como el ‘yoga hispano’, no es exclusiva de nuestro país ni del área mediterránea, sino un fenómeno transcultural. En otras latitudes, como Estados Unidos y China, también es frecuente, sobre todo entre los varones mayores y en los niños. No ha pasado inadvertida al arte; Sorolla, Van Gogh y Picasso, entre otros, pintaron expresivas escenas de la siesta.Está probado que la siesta mejora el funcionamiento cognitivo, en concreto la memoria, la atención y el tiempo de reacción; también el estado de ánimo, y reduce la fatiga y el estrés y sus consecuencias. Las consecuencias en la salud corporal señalan los efectos positivos de una siesta breve.Cuenta Einhard, en la “Vida de Carlomagno”, que el emperador de los francos y padre de la Europa actual, tenía el hábito de dormir la siesta «durante el verano, después de la comida de mediodía, para lo cual –precisa– se quitaba el calzado y se desvestía completamente, como lo hacía para el descanso nocturno». No olvida Einhard de concretar que las siestas imperiales duraban «dos o tres horas». Otros estadistas, más próximos a nosotros en el tiempo, como Napoleón, Winston Churchill (a él se atribuye la expresión ‘power nap’ o ‘siesta energizante’), Margaret Thatcher, Bill Clinton también fueron o son fervorosos fieles de la siesta. Y una extensa lista de personas ilustres, además de otra interminable de ciudadanos anónimos.¿Conviene seguir el ejemplo de Carlomagno? Sí, pero con reservas. Porque la siesta breve, de 30 minutos o menos, al comenzar la tarde y con un despertar suave es la siesta saludable y, además, evita o reduce la ‘inercia del sueño’ y no interfiere el sueño nocturno. Así, el tiempo de siesta –en la cama o frente al televisor– cualquier día del año y no solo en verano, será también un tiempo saludable.