Tita García

Nos encontramos en la puerta del asador-restaurante Uchinche Catita que se está procediendo a su reconstrucción.

Tita García espera que en un periodo corto de tiempo pueda abrir de nuevo a sus clientes.

Después de este con alto incendio que solamente dejó daños materiales y en el que está trabajando de forma incansable Tita, para poder abrir de nuevo a sus clientes el asador-restaurante Uchinche Catita.

Ha emocionado la visita de un empresario aquí al restaurante de Tita.

Él es Francisco López. Francisco López del Pino.

Es el propietario del restaurante La Panacota.

Es el propietario del restaurante La Panacota. Me ha emocionado mucho.

¿Para qué ha venido usted, Paco, al restaurante Catita? Yo me enteré ayer de la incidencia. Entonces yo me he decidido de venir a hablar con Tita para dar mi apoyo.

Porque esto le puede pasar a cualquiera, ¿vale? Mejor que un restaurante tan bonito como este tenga incidencia.

Solamente le digo a la clientela que tenga un poquito de paciencia, que esta mujer es luchadora, y como he sido yo en 22 años el dueño del restaurante La Panacota, y le vengo aquí para darle mi fuerza y mi apoyo.

Y lo que haga falta, sabe que estoy con ella, ¿vale? ¿Usted, Francisco López, conocía a Tita? La conocí debajo de Barcelona.

Ella estuvo aquí hace ya dos o tres años. A mí no me ha influido en nada.

Todo lo contrario, que la gente puede elegir donde quiera que vaya a comer.

Y yo me alegro mucho cuando veo un negocio lleno. Yo también trabajo bastante bien.

Que a mí no me ha influido en nada.

Pero hay mucha envidia aquí en Tele que asombra.

Pero bueno, la gente es libre de ir a comer donde quiera.

Es una pena que esté ahora este restaurante cerrado, porque la gente envidia comer a otro lado, pues debería ir a casa aquí en Tele.

Paco López, mi querido sombrero, ¿o es usted además de un gran profesional, como propietario de restaurante Panacota de un gran prestigio en Tele, es además usted una muy buena persona? Hombre, mis padres me dieron una muy buena educación y ahí estamos.

A ver si salimos adelante de esta mala raya.

Tita, estos son los que nos hacen creer en el ser humano.

Sí, sí, porque hay personas y hay personas.

Hay personas como este señor, que no tenía el gusto de conocerlo personalmente y me ha encantado que haya venido aquí a ofrecerse a lo que haga falta.

Porque es compañero, es compañero de hostelería.

Y Selena, también la de la churrería Mendoza, también me llamó ayer, muy preocupada, dándome ánimo.

Son personas, son personas.

Personas que saben el sacrificio que tenemos todos los días del mundo.

Los madrugones que nos pegamos, las horas que le echamos y pagando impuestos, sueldos y todo.

Y nadie mira por nosotros, nadie.

Si no miramos nosotros por ellos, ¿sabes? Y hay mucha envidia, mucha competencia y mala competencia.

Tenemos a la parada, que yo ayer me fui a desayunar con mi madre, con mis hijas y sus palabras me conmovieron porque me dijo hoy no te cobramos porque somos compañeros y hay que ayudarnos entre nosotros.

¿Sabes? Tita, esperemos que la reconstrucción sea pronto.

Que en breve vuelva a abrir sus puertas el restaurante Asador Catita.

Ya tuviste la oportunidad de agradecer al Consorcio Insular de Emergencias y al Grupo Operativo de Bomberos de La Garita su profesionalidad.

Al Cuerpo Nacional de Policía, a la Policía Nacional de Telde, a la Policía Local que se han volcado contigo en el trabajo de reconstrucción.

Ahora lo importante es tener ánimo, fuerza y que en un plazo breve de tiempo vuelva a abrir sus puertas el bochín Asador Catita.

Garantizo que va a ser así. A mí nadie me va a matar la fuerza.

El comedor se quemó, pero yo sigo viva.